- El belga Wout Van Aert (Jumbo Visma) conquistó ayer, por delante del francés Julian Alaphilippe (Deceunick Quick-Step), la 111ª Milán-Sanremo, primer monumento de la atípica temporada 2020, que se disputó sobre un recorrido inédito de 305 kilómetros y más de 7 horas y cuarto de carrera a altas temperaturas.

Van Aert, ya campeón este año en la Strade Bianche, se impuso por pocos centímetros ante Alaphilippe, vigente campeón de la Classicissima. El australiano Michael Matthews (Sunweb) lideró al pelotón, que cruzó la meta a tans 2 segundos del vencedor.

Fue una Milán-Sanremo inédita, con 251 de los 291 kilómetros habitualmente previstos por la "Classicissima" distintos, después de que los 16 alcaldes de la zona de Savona (Liguria) se negaran a conceder las carreteras de sus municipios.

El pelotón no recorrió el Passo del Turchino ni los icónicos Capi, el Mele, el Cervo y el Berta, sino que pasó por el Piamonte antes de poder bajar a Liguria para los últimos 40 kilómetros, de Imperia a San Remo.

No faltó la habitual escapada inicial, con siete corredores -Mattia Bais (Androni Giocattoli Sidermec), Manuele Boaro (Team Astana), Alessandro Tonelli e Fabio Mazzucco (Bardiani), Damiano Cima (Gazprom), el español Héctor Carretero (Movistar) y Marco Frapporti (Vini Zabù)- que llegaron con tres minutos de ventaja hasta los 90 kilómetros de la meta.

El pelotón cabecero llegó unido a la subida al Poggio, habitual juez de la carrera.

Después de un par de intentos fallidos, el que tuvo fuerzas en las piernas fue Alaphilippe, campeón de 2019, quien atacó, con Van Aert a su rueda. Nibali lo dio todo para meterse en ese corte, pero no pudo aguantar el rimo tremendo en la bajada del francés y el belga.

Alaphilippe y Van Aert estaban solos, con el grupo a 6 segundos a falta de dos kilómetros para el final, y siguieron juntos hasta los últimos metros. Van Aert tomó la cabeza y ralentizó el ritmo, jugando con la escasa ventaja con el pelotón, que les estaba dando caza, y esperando la reacción de Alaphilippe.

El francés -al que no hay que negar que fue el más valiente de la carrera- arrancó entonces con fuerza, pero Van Aert fue capaz de mantener una mínima ventaja para alzarse con la victoria.