"Qué dura suena la palabra retirada. Llevo toda la vida compitiendo y decir adiós cuesta mucho". Ander Zamora Garaikoetxea (9/10/1991) deja la competición de esquí 'freestyle' después de 21 años plagados de éxitos. El pamplonés ha sido tres veces campeón de España de baches, terminó 13º en las Olimpiadas Universitarias y ha participado en Copas de Europa y del Mundo. "Ahora, he tenido que tomar la decisión de dejarlo porque, entre el trabajo y que no podía casi entrenar, era imposible continuar", explica, todavía emocionado, Ander Zamora.

Un adiós que el navarro tenía meditado desde hace tiempo, pero que mantuvo oculto hasta el último instante. "La temporada pasada ya pensaba en dejarlo, pero llegó la covid-19, no pudimos competir y quería retirarme en las pistas. Llevaba dos o tres años pensando que lo iba a dejar, pero nunca lo cumplía. Al final, este fin de semana ya sí que fue mi última carrera, pero no se lo había dicho a casi nadie. Tengo muchas amistades en Sierra Nevada y, cuando se enteraron, me hicieron hablar con micrófono y todo. Si les llego a avisar antes, me hubieran dado un obsequio o algo y eso sí que me hubiera dado todavía más vergüenza", reconoce agradecido.

El esquiador navarro se despidió con un sexto puesto en el Campeonato de España disputado este fin de semana en Sierra Nevada, una carrera en la que corrió con molestias a causa de una caída. "El sábado competí en el Campeonato de Andalucía, se me soltó el esquí en el aire y sufrí un golpe muy fuerte. Una vez descartada la fractura de clavícula, decidí competir el domingo en el Campeonato de España, aunque fuera con dolor. En la clasificación para la final bajé más tranquilo y en la final ya dije: es mi última bajada y, aunque me duela, voy a ir a tope. Me hubiera gustado retirarme en el podio, pero llevo toda la vida compitiendo y haciendo buenos resultados y un sexto puesto es muy valioso también. Acabé contento por la bajada, pero hay gente mejor y casi que me han jubilado ellos", bromea.

Ander Zamora, durante uno de sus saltos en una competición. Foto: cedida

El pamplonés no pudo terminar en el podio, un lugar que no abandonaba en campeonatos nacionales desde 2012. En esta competición, suma un total de 7 medallas: 3 oros, 2 platas y dos bronces, un palmarés que asimila con total naturalidad. "Creo que todo lo que he conseguido lo iré valorando más tarde, cuando tenga 40 o 50 años. Yo lo tomo como algo normal, pero luego lo piensas y son muchas competiciones, muchos años entrenando y siendo muy regular. En esta modalidad, es muy difícil haber estado en podio tantos años sin caerme en las finales".

Superó una grave lesión

Pese a ser una disciplina muy peligrosa, Zamora no ha sufrido demasiadas lesiones, más allá de una rotura del ligamento cruzado que le apartó de las pistas en 2012. "Es una modalidad muy agresiva para las rodillas, la espalda, los hombros y todo. Si es verdad que, en los últimos años, he sido más segurolas en el tema de los saltos. Ya no quería dar un paso más de riesgo, pero porque tampoco estoy entrenando como antes. Si piensas que te vas a lesionar, es mejor no competir. Yo he tenido la suerte de que, salvo el golpe del sábado, no me suelo caer en competiciones y solo he tenido una lesión grave en 2012. Curiosamente, al año siguiente gané mi primer Campeonato de España. Esa temporada de superación personal fue increíble, el mejor momento de toda mi carrera", remarca.

Una trayectoria que comenzó desde muy pequeño, movido por la pasión familiar por el esquí. "Mis abuelos, mis tíos y mis padres eran esquiadores y desde los dos o tres años empecé a dar mis primeros pasos casi esquiando en vez de andando. Con siete años, mis tíos y otros amigos crearon el equipo de Esquí Alternativo y llegamos a estar más de 20 corredores. Empezamos a competir por todo el país desde muy pequeños y guardo muy buenos recuerdos de todo ese tiempo. Parece que soy el único que hace esquí de baches, pero ya había gente que había corrido Copa de Europa y Copa del Mundo como Aner Agirrebengoa. Al principio competía contra él y luego fue mi entrenador y siempre ha sido un referente para mí".

"Quiero agradecer a todos los entrenadores que he tenido desde pequeño y a la familia, que tuvieron que darme mucha manga ancha en la ikastola para poder ir a entrenar y competir fuera y sufrieron un poco en esa época. También a la Fundación Miguel Induráin por la ayuda que me ha dado durante años y a Sierra Nevada, que siempre me ha facilitado mucho las cosas", explica el esquiador navarro.

El club de Esquí Alternativo acabó disolviéndose y Ander Zamora quedó prácticamente como único superviviente de esta disciplina en la Comunidad Foral, teniendo que entrenar por su cuenta. "Por suerte, yo estaba ya en la selección española y hacía concentraciones con ellos en Suiza o Austria. Y luego, los últimos años, he tirado de experiencia y de lo hecho anteriormente: la técnica no la he perdido, pero había dejado de entrenar al máximo y se nota que quieres ir más rápido y no puedes", confiesa.

Osasuna: su trabajo y su pasión

Alejado de la máxima competición, Ander Zamora asegura que seguirá vinculado al deporte y ya piensa en nuevos retos a nivel profesional. En la actualidad, trabaja de fisioterapeuta en Mutua Navarra y en Tajonar, ligando su profesión a una de sus grandes pasiones: Osasuna. "Entre semana trabajo con la cantera y el fin de semana con el División de Honor. Como a todo el mundo, me gustaría algún día llegar al primer equipo, ya que no ha podido ser como jugador (ríe). Pero bueno, para eso hay que seguir aprendiendo, cogiendo experiencias y, si llega, llegará".

Ander Zamora, un auténtico "enfermo de Osasuna", se emociona al ser preguntado por la posibilidad de hacer un saque de honor en El Sadar como homenaje. "Me encantaría hacer un saque de honor en El Sadar, pero sería un poco raro ahora que estoy trabajando dentro del club. Como mejor homenaje, solo tendría dudas entre un saque de honor y tirar el txupinazo en San Fermín. Por gustar, a mí me encantaría. Eso sí, no sé si me caería al suelo. Pero hay mucha gente que se lo merece más que yo", concluye con humildad.