El noruego Magnus Carlsen, campeón mundial de ajedrez, ajustó las cuentas a Levon Aronian para proclamarse campeón del torneo San Fermín Mundial con una exhibición de sus mejores cualidades frente al armenio, que el mes pasado le había eliminado en las semifinales del Asian Rapid.

Dos horas después de arrollar al estadounidense Wesley So en semifinales (4,5 a 1,5), Carlsen derrotó al número 5 del mundo en la final, que se jugaba al mejor de ocho partidas de 3 minutos por bando con dos segundos de incremento por jugada.

Jugando desde la habitación que utilizaba el escritor estadounidense Ernest Hemingway en el hotel La Perla (suite 201) durante los Sanfermines, el campeón del mundo exhibió en la primera partida su magistral defensa, que le permitió entablar en una posición perdida.

A continuación el noruego impartió tres lecciones sucesivas a su adversario y adquirió una ventaja en el marcador (3,5 a 0,5) que parecía dejar prácticamente sentenciada la lucha por el título con tres victorias consecutivas.

Pero Aronian sacó a relucir su orgullo, recuperó su nivel del último torneo y se impuso en la quinta y en la sexta partidas a un Carlsen que parecía haberse relajado. Aronian volvió a meterse en la pelea (3,5 a 2,5).

El noruego necesitaba un punto más para hacerse con el título, una victoria o al menos dos tablas y pudo hacerlo por la vía rápida, pero dejó escapar el triunfo. Aronian encontró unas tablas por repetición de movimientos y se dispuso a obtener, con blancas, una tercera victoria que llevara la final al desempate.

Pero sus intentos resultaron inútiles. Carlsen conjuró todas las amenazas y terminó derrotando al armenio por cuarta vez para alcanzar la victoria final por 5-3.

El campeón del mundo consiguió el premio de 20.000€ que entregaba el Ayuntamiento de Pamplona y parte ahora rumbo a Sochi (Rusia) para participar en la Copa del Mundo, el único torneo importante que nunca ha ganado.