- Iker Vicente sigue imparable. El aizkolari de Otsagabia ha ganado, por séptima vez consecutiva, el Campeonato Absoluto de Navarra, celebrado en Beintza-Labayen.

Números que le acercan a las grandes leyendas de este deporte. Por encima están: Donato Larretxea (8 txapelas), Floren Nazabal (9 txapelas) y Mikel Mindeguia (10 txapelas).

Vicente debutó en este torneo en 2015, y desde entonces, no ha dejado de ganarlo. En esta ocasión, su mayor contrincante fue un dolor de espalda, en la zona lumbar, que le tenía intranquilo los días previos al evento.

No obstante, en caliente, y sobre el primer tronco, los dolores se olvidan. Vicente tuvo que hacer frente a diez troncos: cuatro de 60 pulgadas, cuatro kanaerdikos y dos de 72 pulgadas.

Empezó a tono, marcando un ritmo monótono pero efectivo. A su lado, tanto Eneko Saralegi como Joxean Etxeberria no le perdían la pista y le iban aguantando.

El ritmo del campeón de Otsagabia era alto y, una vez cortados la mitad de los troncos, tanto Saralegi como Etxeberria empezaron a desfallecer.

Vicente siguió a lo suyo, golpe tras golpe hasta terminar con el décimo y último tronco. El reloj se paró en 33 minutos y 53 segundos. Tuvieron que pasar 2 minutos y 23 segundos para que Etxeberria terminase su tanda y se proclamase segundo.

Eneko Saralegi (37:45) cerró el podio. Jon Rekondo (39:12) y Julen Olano (39:39) quedaron en cuarto y quinto lugar, respectivamente. "Veía a Rekondo como el más peligroso, ya que venía quedando segundo muchos años", confesó Vicente, que no obstante señaló "lo disputado" que puede llegar a estar.

Con este triunfo, Vicente vuelve a cerrar un año perfecto. Hace apenas tres semanas se alzaba como campeón absoluto del Sherpa.ai Txapelketa Nagusia, máximo torneo de aizkolaris. Conseguía este premio por tercera vez consecutiva.

Ayer, se caló la txapela de campeón absoluto de Navarra, la séptima consecutiva, la décima si se suman las ganadas en la segunda categoría.

A sus 24 años, Vicente parece no tener techo, todas las marcas y récords conseguidos o está por batirlos, o ya los ha batido.

En una temporada de gran esfuerzo y sin parar de entrenar, el aizkolari espera tomarse unas vacaciones por Navidad. "Ha sido un año muy duro, veía a Larrañaga (Mikel) como un rival muy fuerte y he tenido que entrenar al 100%", admitió.

Un descanso para recuperarse de las pequeñas molestias de espalda que, aunque le permitían seguir compitiendo, siempre asustan.

De cara a la temporada que viene, Vicente todavía no conoce las fechas de sus próximos compromisos, pero desde enero estará de vuelta a los entrenamientos en el gimnasio de Pamplona y en su nave de Otsagabia.

En el horizonte, llegar a la altura de los grandes nombres de la aizkora, ya no solo navarra. "Hay años mejores y peores, txapelas más complicadas de ganar que otras. La clave es mantenerse ahí y no aflojar", detalló Vicente.

Para llegar a ese Olimpo de aizkolaris todo pasa por volver a presentarse el año que viene para buscar la octava txapela consecutiva. "Estoy contento con las siete y, de momento, quiero ir a por una más, la del año que viene", explicó.

Sin fechas en el calendario, por el momento, nadie pone en duda que Vicente es el favorito para cualquier campeonato que se quiera presentar.

CAMPEONATO NAVARRO DE AIZKOLARIS

Sin problemas. "Hoy he ido a ganar, he estado cómodo desde el principio", señaló Iker Vicente después de su séptima txapela de campeón absoluto de Navarra. "Mi estrategia principal era que no se me resintiera la espalda para poder hacer un buen trabajo", confesó acerca de unas pequeñas molestias en la zona lumbar que sufrió días antes de la competición. "Empiezas ganando una, luego otra y para cuando te quieres dar cuenta estás a la par que mis grandes ídolos de toda la vida", comentó en referencia a Donato Larretxea, Floren Nazabal y Mikel Mindeguia. "Hay que mantenerse año a año, las cosas no son fáciles y el año que viene a por una más", sentenció.