BILBAO. Alex Txikon, montañero vizcaino que intenta convertirse en el primer alpinista de la historia en hollar en invierno la cima del K2, considera que su idea de construir iglús para descansar durante la ascensión a la segunda cumbre más alta del planeta "marca un antes y un después" y supone un "avance insólito" en el mundo del alpinismo.

"Los iglús mejoran el descanso, el confort, y por lo tanto, el rendimiento y condiciones físicas de todo el equipo en el campo base del K2", afirma el alpinista vasco en declaraciones distribuidas por su equipo de apoyo.

A Txikon, dormir en un iglú le proporcionó "la mejor noche de descanso" de sus ocho expediciones invernales.

"En la tienda comedor estábamos a 13 bajo cero, en la tienda de campaña a -26 grados y dentro del iglú dormimos a -5 grados. He de decir que ha sido la mejor noche de descanso de mis ocho expediciones invernales. Según caminas desde la tienda comedor al iglú se te congelan todos los músculos, las manos se endurecen y el viento sopla de cara. Sin embargo, al entrar a los iglús que hemos construido en el campo base el estruendo del viento desaparece", relató.

Txikon destacó que, "al amanecer, los sacos están completamente secos y la luz traspasa los muros de más de 20 centímetros de nieve compactada".

"Es una maravilla", añadió, y destacó que, "sin duda, uno de los mayores descubrimientos ha sido el oxígeno que se respira dentro (del iglú), donde la saturación es mayor que en la tienda. Por lo tanto, el descanso es mucho mayor", se felicitó.

Según explicó el equipo de apoyo de Txikon, "en una expedición invernal es con seguridad la primera vez" que se construyen iglús para facilitar el descanso, y "en una expedición a un ochomil, casi seguro que también".

La expedición de Txikon, denominada '#WinterTopAppeal', ha construido, por el momento, "tres iglús de tamaños muy grandes", y para los próximos días incluso se plantea construir alguno más en un campo más avanzado.