BILBAO - Una lesión en la pierna izquierda descabalgó a Aimar Olaizola del Campeonato de Parejas en febrero. El delantero se ha recuperado sin problemas y peleará durante el verano por retomar la velocidad de movimientos que tenía antes de romperse. El pelotari estará presente en el telonero de la final del Manomanista del domingo en el frontón Bizkaia de Bilbao.

En febrero le diagnosticaron una desinserción en el tendón del cuádriceps de su pierna izquierda, cuya rehabilitación estaba marcada en cuatro meses. Sin embargo, regresó a las canchas en poco más de tres. Acortó los plazos. ¿Cómo se encuentra físicamente?

-Estoy muy contento. Me dijeron que era un plazo mínimo de cuatro meses y he podido recortar tiempo. Pero no le doy demasiada importancia a eso. Lo esencial es que la lesión está curada, he empezado a jugar y no siento ninguna molestia. Como es normal, no estoy como antes y no puedo forzar tanto, pero es algo que se coge poco a poco.

Reapareció en Aspariegos (Zamora) con derrota, 21-22 junto a Eskiroz ante Bengoetxea VI y Aranguren.

-Me encontré bien. Lógicamente, al principio sentí un poco de miedo. Además, salió un partido bonito, nivelado, y la gente se quedó muy contenta. En el plano personal, valoro que no sentí ninguna molestia. Siempre existe miedo a que haya dolores, porque, aunque hayas entrenado fuerte, vestido de blanco todo es distinto. No noté molestias. Estoy trabajando igual que antes y tengo que coger velocidad y quitar miedos. Eso necesita tiempo.

¿Le daba respeto la vuelta al ruedo profesional después de tanto tiempo en el dique seco?

-Tenía claro que tenía que curar bien la lesión. Aparte de eso, habíamos realizado unas pruebas que dijeron que la lesión estaba curada. Eso sí, sí que siento miedo a la hora de defender, estirar el pie como antes o cuando tengo que frenar de golpe. Eso es inevitable. En dos o tres semanas no se puede coger el nivel de movimientos que tenía. Necesita tiempo.

Le va a tocar seguir trabajando en verano.

-Las fechas me han coincidido bastante mal. En las últimas temporadas estamos teniendo las vacaciones después del Manomanista, pero para mí era un contratiempo, ya que estar parado tres meses y medio, volver a jugar y parar otras dos semanas sería malo. Hablé desde el principio con la empresa sobre que quería seguir trabajando de la misma manera. Así, tengo un plan especial con Etor Mendia, el preparador físico de Baiko Pilota, y en caso de que haya partidos, quiero jugar.

¿Cómo ha vivido los tres meses de baja?

-Al principio me llevé un disgusto, más que nada por la situación que estábamos viviendo. Estábamos muy bien colocados en el Campeonato de Parejas, nos quedaba un punto para entrar en semifinales a falta de cuatro partidos, me estaba encontrando bien, con juego, con chispa, y jugando con Albisu, un pelotari con el que siempre había querido jugar. Sentí pena. No obstante, al segundo día cambié el chip y tenía claro que iba a poner de mi parte todo lo que tenía dentro. Además, contar con Iñigo Simón, Mikel Sánchez e Itxaso Sánchez es un lujo. Los pelotaris de Baiko tenemos mucha suerte de tener un gran equipo médico. En mi caso, he puesto todo. Si tenía que ir cuatro o cinco horas al día, tenía claro que iba a ir. Siempre he sido muy estricto para eso. Después, hay que ver cómo responde el cuerpo.

¿Cómo fue ese trabajo de rehabilitación?

-No ha sido una lesión incómoda de llevar. Quitando los primeros quince días, que estaba completamente cojo, he podido hacer prácticamente vida normal, bien yendo a Gasteiz o realizando otro tipo de trabajo. Ha sido bastante llevadero. Ha habido otras más incómodas.

“Tengo un plan especial con el preparador de Baiko para recuperar el nivel de juego cuanto antes”

“Cuando me lesioné, sentí pena por la buena situación en la que estábamos en el Campeonato de Parejas”

“Lo he puesto todo; tenía claro que, si tenía que ir cuatro o cinco horas al día a rehabilitación, lo iba a hacer”