pamplona - La instantánea de un Labrit abarrotado es habitual casi cada sábado en la temporada pelotazale, pero todavía es más patente en estas fechas donde se tiñe de blanco y rojo como el resto de la ciudad.

Parecía que la ajetreada cartelera de la cancha pamplonesa en los Sanfermines era difícil de superar, pero este año ha vuelto a superarse y ha registrado una marcha histórica, llegando a los nueve días de apertura -por lo general la feria solía comenzar el día 7 con la final del 4 y 1/2 de San Fermín pero este año se programó un festival el día 6- en los que se han llegado a disputar 47 partidos en 18 festivales diferentes, sumados a las tres funciones del Campeonato San Fermín de remonte disputado en el Euskal Jai de Huarte.

Destaca del ambiente en la Bombonera el llenazo en la final de la jaula del día 7 y en los partidos del Campeonato Parejas, incluyendo el del Desafío del Vino, una jornada a priori de menos calibre pero que sigue trayendo espectadores.

Mención aparte merece la gran respuesta que tuvo la final de la Emakume Master Cup, que “desbordó las expectativas” y obligó a abrir también el segundo piso, según explica Miguel Pozueta, presidente de la Federación Navarra de Pelota Vasca.

“Se esperaba gente, más o menos como el año pasado (hubo unas seiscientas). Pero no tanta”, asegura Pozueta, quien cree que este campeonato “va a ser un clásico” de la feria tras el éxito de este año, atrayendo a más de mil personas. “Tuvimos que abrir el segundo piso y la gente lo llenó, y también había mucha de pie en el pasillo. Al final, con el aforo completo, tuvimos que dejar a gente fuera, que entraba si salía otra persona”, relata Pozueta, quien considera “muy positivo” el apoyo que está tomando la mano femenina, haciendo afición tanto in situ como a través de la televisión, siendo las finales retransmitidas por ETB1.

los últimos de ‘TXapas’ Estos Sanfermines serán especialmente recordados en el frontón Labrit por ser los últimos en los que Iñaki Elorza Txapas, periodista de Euskadi Irratia que se jubila tras estas fiestas, se ha sentado en su habitual asiento en la zona habilitada para la prensa de la cancha pamplonesa, una butaca en la que ha metido muchas horas del 6 al 14.

“He podido ver la final de la Emakume Master Cup, la del 4 y 1/2 o la del Parejas. También la de remonte (en el Euskal Jai). Ha sido excepcional, te vienen recuerdos de muchos años”, desembrolla Txapas, quien se maravilla al ver los llenos del Labrit: “Dice mucho de la afición que hay aquí en Navarra por la pelota”.

Esa afición quiso llenar la Bombonera en una gran jornada de pelota femenina, algo que para Elorza fue “emocionante”, aunque cree que el esfuerzo de las pelotaris debería ser más recompensado. “Tendrían que cobrar por jugar, y la afición pagar una entrada, aunque sea un precio simbólico. Así también se apoyaría más”, desembrolla, incidiendo en que “como en los chicos, también hay otras modalidades” en la pelota, a veces olvidadas en un mundo dominado por la mano.

El remonte es una de las disciplinas que más le gusta a Txapas, que tras más de cuarenta años retransmitiendo eventos deportivos no tiene muchas ganas de olvidarse de los frontones. “Seguiré yendo los jueves a Galarreta y yendo a uno o dos festivales por mes”, anuncia. Su vida seguirá ligada a la pelota, aunque desde otro asiento, y sin micrófono. Qué suerte tendrá quien se siente a su lado.