Irribarria-Rezusta21

Artola-Imaz22

Duración 81:50 minutos.

Saques 1 de Irribarria (tanto 5).

Faltas de saque 1 de Irribarria (tanto13).

Pelotazos 737.

Tantos en juego 11 de Irribarriam, 2 de Rezusta, 12 de Artola y 2 de Imaz.

Errores 6 de Irribarria, 2 de Rezusta, 5 de Artola y 2 de Imaz.

Marcador 0-3, 1-3, 5-3, 5-4, 6-4, 6-5, 7-5, 9-5, 9-6, 10-6, 10-7, 10-10, 11-10, 11-11, 11-12, 1212, 13-12, 13-13, 14-13, 14-14, 14-15, 15-15, 18-15, 18-16, 19-16, 19-17, 19-20, 20-20, 20-21, 21-21 y 21-22.

Incidencias Llenazo en el Labrit de Pamplona.

Pamplona - Cuando se presentó el Parejas, nadie hubiese imaginado el cruce de caminos del Labrit, no al menos en ese orden. A Irribarria y Rezusta, dos pegadores, se les esperaba en la azotea del torneo, pero, apurados, sextos, apenas les alcanza para cerrar el pelotón de las binomios que enfocan las semifinales. El material del que el campeón del Manomanista prefiere no opinar resta pólvora a su propuesta. A Irribarria, por su colosal pegada y poderío, y a Rezusta, por su postura natural de golpear la pelota de costado, les entusiasman los cueros de antaño, aquellos saltarines y botones con los que mandan. En el campeonato donde se ha rebajado la graduación de las pelotas padecen ambos, que no son capaces de reconocerse ante el espejo. Continúan en la búsqueda. Nada que ver con Artola e Imaz, que amanecieron en el torneo con la idea de disfrutar y se lo están pasando en grande. Nadie les imaginaba así, vivarachos, pizpiretos y felices en este tramo. Tenían aspecto de descarte, pero se rebelaron y repletos de confianza son una amenaza para cualquiera. En el Labrit, en un duelo majestuoso, agónico, tortuoso y placentero, Artola e Imaz resolvieron por la mínima ante Irribarria y Rezusta. Con su victoria en los estertores, dieron oxígeno a Aimar y Urrutikoetxea. El error último de Rezusta, que solo perdió dos pelotas en todo el encuentro, otorga vida a Olaizola II y el de Zaratamo.

Irribarria y Rezusta plantearon un duelo al asalto. Nada de sutilezas. Colocaron una diana sobre Imaz y comenzó el bombardeo una vez enderezaron el arranque defectuoso, con dos errores y una apertura estupenda de Artola, siempre pendiente para entrometerse en el plan de sus rivales. Agarrados a una pelota con tendencia para el vuelo, Irribarria y Rezusta castigaron sin desmayo a Imaz. En ese tramo, mandaban el de Arama y el de Bergara (9-5). En un tanto lioso, Artola, muy activo, sumó con una dejada. Se le escapó un gancho, pero el de Alegia, enchufadísimo, que reculó para colaborar con Imaz, volteó la tendencia. Solidaridad. Enfocó el núcleo del juego Artola en los cuadros alegres y confundió a Irribarria. El de Arama, pura potencia, equivocó el destino, mientras Rezusta no podía jugar a pie quieto por la agitación provocada por Artola. El duelo se fue a las tablas. Irribarria cruzó un gancho magnífico y Artola no se conformó con menos.

La tensión era un suflé en el Labrit, donde cada tanto era un gol. Ninguno era capaz de imponer su idea hasta que Artola se encontró con dos chapas en dos remates de tanto o tanto que dieron vuelo a Irribarria, que se descolgó con un gancho furibundo y una parada al txoko delicada (18-15). Entró el debate en el territorio de las emociones, en cada pelotazo se escapaba un gajo de vida. Irribarria tomó el mando impulsado por su zaguero. Sobre esa pauta, cimentaron una ventaja suculenta (19-16). Se trastabilló con un gancho Irribarria y Artola se encrespó. Sumó dos tantos y al de Arama el sotamano se le perdió en el cielo del Labrit (19-20). Un pelotazo de Rezusta que quebró a Imaz anudó el duelo. Entonces, Artola encontró el txoko para adelantarse. Irribarria le devolvió la moneda. 21 iguales. El sueño de todos. Salvo para Rezusta, cuyo pelotazo acabó en pesadilla. Para él e Irribarria quedó el dolor. Para Artola e Imaz, la gloria.