La solidez también es un valor por cultivar. Y Julen Martija tiene un jardín florido. Es un zaguero solvente, de garantías, capaz de sujetar cualquier partido. Tiene las manos duras del estibador y el alma soviética. Al zaguero de Etxeberri le va el cemento. De su virtud ha nacido este domingo la oportunidad de Mikel Urrutikoetxea, que ha resuelto el envite que cerraba la segunda jornada del Masters en el frontón Artepe de Gatika con un puñado de remates que han desnortado el choque en el tramo final, al que se ha llegado con un 17 iguales y un ramillete de abrazos en el luminoso.

Además, el zaratamoztarra ha aguado el regreso de Erik Jaka a las canchas después de dos meses y medio en el dique seco por una pericarditis. El delantero de Lizartza, no obstante, ha estado activo y seguro de sí mismo, aunque no ha esbozado la efusividad rematadora de otras tardes. Es normal, necesita tiempo de blanco. Y es que, de las diez semanas sin competir, tuvo que estar seis de ellas completamente parado por prescripción médica, cuestión que, sin duda, afecta al rendimiento inicial. Xabier Tolosa, la novedad de Aspe para el presente torneo veraniego, ha rayado a buen nivel: apenas ha perdido pelota y ha cruzado dos derechazos buenos han sido tanto. Sin embargo, su actuación no ha sido suficiente para el triunfo. Todo ello, aderezado con una cancha complicada, en la que el cuero hace extraños. Incluso, un par de pelotas se han quedado cortas al botar en las irregularidades del suelo. Con el resultado de este domingo, ambas combinaciones se quedan en mitad de la tabla clasificatoria con un punto.

En un contexto complicado, la alegría rematadora ha quedado eclipsada por un inicio trabajado. El primer tanto de Jaka ha sido el 5-4, una apertura profunda que acabó en la grada; mientras que el de Urrutikoetxea ha sido el 6-4, un gancho. Ha costado a los delanteros acomodarse y se ha notado. Dos saques del puntillero vizcaino han abierto la primera brecha del luminoso (8-4). Entretanto, Martija, un pelotari que no revienta frontones pero que tiene una txapela del Parejas lograda a base de trabajo y talento, se ha esforzado en dotar de continuidad el juego.

Jaka ha respondido con un gancho lejano. Ha iniciado las hostilidades la combinación azul para igualar en el noveno cartón. Erik, entonado, ha acumulado dos saques, un pelotazo atrás, una parada al txoko y un saque-remate para ponerse 10-12.

El paso por el descanso largo ha despertado el hambre de Urrutikoetxea. Ha subido una marcha. Martija le ha custodiado en los momentos de duda. Prodigioso. Un sotamano del vizcaino ha roto la tendencia. Ha abrasado al lizar-tzarra con tres saque-remates y se han ido 15-12. Pero no estaba todo dicho. Los guipuzcoanos han igualado con una tacada. Se han sucedido los abrazos: 15-15 y 16-16.

Estando 16-17, un buen derechazo de Tolosa, Urrutikoetxea ha metido el turbo. El guion ha seguido siendo el mismo: sujetar, meter ritmo, no fallar y encontrar el hueco. Martija, en ese plan, es esencial. Mikel ha reactivado su camino rematador y ha terminado por desencriptar el compromiso con una tacada de seis tantos que les insufla vida en el Masters. Los azules han sufrido en el epílogo. El de Zaratamo y el de Etxeberri no regalan y son efectivos. Son peligrosos. La solidez es un valor.

EN LAUDIO

Jon Ander Peña y Beñat Rezusta han conquistado este domingo su segundo punto del Masters tras derrotar en un duro partido a Aimar Olaizola e Iñigo Bikuña -sustituto del lesionado José Javier Zabaleta- en el frontón Areta de Laudio (20-22). Se han cruzado 688 pelotazos a buena en un total de 81 minutos de juego. Los guipuzcoanos han estado muy cerca del abismo en el tramo final (20-18), pero han sido capaces de darle la vuelta al calcetín con una tacada que les mantiene en el trío de combinaciones que lideran la tabla