Una de las prestaciones económicas que la Seguridad Social puede dar y a las que una persona que sufre una enfermedad o un accidente que le impide ejercer su trabajo puede acogerse antes de la jubilación. En eso consiste la pensión de incapacidad permanente.

Una prestación cuyo objetivo no es otro que compensar esa pérdida de ingresos causada por el deterioro de la salud de las personas afectadas. La Seguridad Social cuenta con hasta cuatro grados de incapacidad permanente: total, parcial, absoluta y gran invalidez. Para optar a esa pensión, el trabajador afectado debe someterse a una serie de exámenes médicos llevados a cabo por el equipo de valoración de incapacidades (EVI) que determinarán si está incapacitado en un grado igual o superior al 33% para la profesión habitual.

¿Cuáles son las enfermedades que dan derecho al 100% de la pensión por incapacidad permanente en 2025? Esto es lo que dice un abogado

Con más de un millón y medio de visualizaciones y más de 74.000 me gustas, la publicación del abogado Andrés Millán, con nombre de usuario @lawtips y que cuenta con más de un millón de seguidores en Instagram y más de dos millones y medio de seguidores en TikTok, no ha dejado a nadie indiferente.

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Es el Tribunal Médico de la Seguridad Social el que debe certificar que la enfermedad da derecho a la pensión

En ella, el experto muestra las 72 enfermedades con las que está permitido "no trabajar y seguir cobrando como si lo hicieras, para toda la vida, el 100% de la base reguladora". Eso sí, según indica, es necesario que el Tribunal Médico de la Seguridad Social mediante una serie de pruebas médicas certifique que la enfermedad da derecho a la pensión.

Las enfermedades que dan derecho al 100% de la pensión por incapacidad permanente en 2025 TikTok

Las enfermedades a las que se hace referencia son las siguientes: alcoholismo, agorafobia, Alzheimer, ansiedad, aneurisma, apnea del sueño, arterosclerosis, artritis, artrosis reumatoide, asma, enfermedad de caderas, cáncer, cardiopatías, enfermedad de los codos, colitis ulcerosa, Charlot-Marie-Tooth, demencia, dermatitis, desprendimiento retina, enfermedad de Behcet, enfermedad de Crohn, epilepsia, enfisema pulmonar, ELA, esquizofrenia, EPOC, espondilitis, anquilosante, fibromialgia, fatiga crónica, glaucoma, gonartrosis, hernia cervical, hipoacusia, hipertensión pulmonar, enfermedad del hombro, ictus, infarto acudo de miocardio, insuficiencia renal crónica, ludopatía, lumbalgia, lupus, neuropatía óptica, obesidad mórbida, pancreatitis, Parkinson, enfermedad de Perthes, enfermedad de pies, enfermedad de manos, pérdida de visión, síndrome de Arnold Chiari, síndrome de Burnout, sarcoidosis, síndrome de cola de caballo, síndrome de Lambert-Eaton, taquicardias, síndrome de Ménière, síndrome de Wolf-Parkinson, tetralogía de Fallot, trasplante de riñón, trastorno bipolar, uveítis, sensibilidad química, traumatismo craneoencefálico, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), trastorno de estrés postraumático, miastenia Gravis, migraña, neuropatía y esclerosis múltiple.