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Sodena negocia la venta de Pastas Garro a la empresa salmantina Dulca

La sociedad pública controla el 50% de la firma junto a un grupo inversor Ubicada en Santacara, es, con 70 empleados, una de las pocas industrias de la zona

Sodena negocia la venta de Pastas Garro a la empresa salmantina DulcaFoto: javier bergasa

pamplona. Pastas Garro apura sus últimas oportunidades para mantenerse viva. La empresa de Santacara, controlada por Sodena desde hace ya casi tres años, ultima su venta a la empresa salmantina Dulca, que, de concretarse la operación, asumiría el rumbo de una firma que en estos momentos da empleo a más de 70 personas.

Fuentes cercanas a la operación reconocieron la existencia de negociaciones en las últimas semanas, si bien indicaron que éstas no se habían concretado todavía. "Las conversaciones están bastante avanzadas", explicaron las mismas fuentes, que advirtieron de que la empresa se encuentra en un concurso de acreedores: "Los plazos corren y el cierre de la operación no puede tardar demasiado".

La supervivencia de la empresa fue considera estratégica por la sociedad pública para el desarrollo de Navarra (Sodena), al ubicarse en un área escasamente industrializada y maltratada por el desempleo. La firma vivió una profunda crisis entre 2005 y 2006, en la que la plantilla se redujo de modo progresivo, que desembocó en la concesión de diferentes ayudas y créditos por parte del Gobierno de Navarra, por un valor cercano a los 750.000 euros. Finalmente, en septiembre de 2007, Sodena concretó una inversión de un millón de euros, con el objetivo "de financiar el cumplimiento del correspondiente plan de negocio y realizar inversiones orientadas a mejorar la posición competitiva de la empresa". Sodena y grupo de inversores privados se hicieron entonces con el 50% de una empresa que contaba en el momento de la compra con una facturación cercana a los 6,5 millones de euros.

Pese a la crisis Sodena entendía que la empresa contaba con las potencialidades necesarias para presentar al mercado una atractiva oferta de productos, que podían hacerla competitiva en el plazo de dos años. Fuentes sindicales explicaban ayer que, a pesar de las buenas intenciones, no había sido posible dar un impulso claro a las ventas ni se habían desarrollado nuevas líneas de negocio. "Ahora mismo, si no entra un socio industrial, la empresa se puede ver abocada a la liquidación", explicaron las mismas fuentes.