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SUZUKI SWIFT 2010 El pequeño se revoluciona

Suzuki vuelve a demostrar que construir pequeños automóviles es una tarea que no tiene secretos para sus ingenieros. La nueva generación del Swift es toda una constatación del saber hacer de esta firma japonesa, tan brillante en dos como en cuatro ruedas e igual de certera a la hora de diseñar y producir vehículos todoterreno que turismos de carretera, especialmente prácticos utilitarios. foto Suzuki

Los fabricantes japoneses han sido desde hace décadas los verdaderos defensores del automóvil de pequeñas dimensiones, y entre los productores llegados de aquel país Suzuki se ha distinguido por diseñar y fabricar algunos de los mejores turismos y todoterreno de tamaño reducido. El Suzuki Swift es sin duda el modelo más popular de esta oleada de vehículos utilitarios y compactos, y ahora introduce importantes cambios en su gama para seguir manteniéndose como una de las principales referencias de su categoría.

De hecho, este coche es el modelo con el que Suzuki presentó su estrategia mundial, ya que se ha fabricado en siete plantas repartidas por todo el mundo y se ha vendido en más de 100 países, lo que le ha supuesto además de unos excelentes registros comerciales, ya que ha sido el Suzuki que más rápido ha alcanzado el millón de unidades, el haber sido distinguido con un total de 63 premios en 19 naciones.

Ahora, la firma japonesa anuncia que "ha logrado niveles de rendimiento, dinamismo y estilo todavía mayores para el Swift, y los ha combinado con un ahorro de combustible y cifras medioambientales mejores para crear un compacto deportivo ideal para las necesidades cotidianas". Suzuki espera así obtener unas ventas en Europa que ronden las 100.000 unidades.

A pesar de sus modestas dimensiones externas, el Swift crece y llega a 3,850 metros de largura (antes 3,760), 1,695 de anchura (antes 1,690), 1,510 de altura (antes 1,500) y a una distancia entres ejes de 2,340 metros (antes 2,380), con un escueto maletero de 211 litros de capacidad. Sin embargo, el objetivo básico no era aumentar de tamaño sino mejorar las cualidades dinámicas, ofrecer un diseño todavía más atractivo y lograr una superior eficiencia energética, con motores de mayor rendimiento y menores consumos y emisiones contaminantes, algo que se ha conseguido sobradamente.

PROGRESIÓN CONSTANTE La clave para Suzuki era ésta, la de una progresión constante. Así, el diseño exterior muestra un estilo más atlético y elegante, aunque manteniendo las líneas maestras de su predecesor, en tanto que por dentro se apuesta por el tono deportivo sin perder de vista la funcionalidad y la facilidad de manejo. Al volante las sensaciones de conducción se tornan más deportivas gracias a una respuesta más definida, a la suspensión más firme ante las exigencias severas y a un equipo de frenada que transmite más confianza merced a su superior potencia y resistencia, sin olvidar una dirección que facilita todavía más las maniobras y una nueva y mejorada gama de transmisiones, manual de cinco velocidades y automática de cuatro relaciones. Estas modificaciones parciales se alían con una carrocería que gana en rigidez y ligereza, además de rebajar la posición de su centro de gravedad, lo que a la postre asegura una estabilidad de primera con un alto grado de confort.

En el capítulo mecánico la ganancia también es evidente. Los nuevos motores aportan más potencia y prestaciones con unos registros de gasto y emisiones claramente inferiores, también gracias a la inclusión del sistema Auto Stop Start, que hace que los propulsores se detengan cuando no avanzamos y arranquen inmediatamente cuando decidamos reiniciar la marcha.

En gasolina la oferta se centra en un 1.2 de 94 CV que destaca por un bajo consumo medio, de 5,0 litros a los 100 kilómetros, y unas emisiones medias de CO2 de 116 gramos por kilómetro. El diésel es un 1.300 de 75 CV, con un gasto promediado de 4,2 litros y unas emisiones medias de CO2 de 109 gramos por kilómetro. En ambos casos sus bajos niveles de contaminación les permiten estar exentos de pagar el impuesto de matriculación.

La seguridad también ha sido otra prioridad para Suzuki, que ha dotado al Swift con siete airbags y programa electrónico de estabilidad como componentes de serie, algo de lo que pueden presumir muy pocos competidores. Asimismo, el equipamiento es uno de los apartados en los que el nuevo Swift responde más que satisfactoriamente. Disponible en cuatro terminaciones (GA, GL, GL+ y GLX), cuenta con un listado de elementos francamente completo y adaptado a todas las exigencias, ya que incluye una dotación supercompleta en seguridad desde el nivel de partida y posteriormente va sumando elementos de confort de forma progresiva y muy acertada. Para la oferta de opciones deja tan sólo la caja automática, el techo solar, el sensor de parking, el Bluetooth y el sistema Auto Stop Start, teniendo presente que siempre resta por elegir entre la carrocería de tres y la de cinco puertas.

A la postre, el Swift seguirá siendo el excelente turismo que ha demostrado en generaciones precedentes, pero más divertido de conducir, más amplio y cómodo y todavía más ahorrador en consumo y emisiones. Todo un acierto que evidencia la buena mano de Suzuki en este segmento, y que junto a sus 4X4 y SX le lleva a crecer sin parar.