PAMPLONA. En el escaparate de las zapaterías de Pablo Goñi ayer se podía leer un cartel que decía Nosotros también nos movilizamos contra la crisis de otra manera. Nuestros ingresos de hoy serán donados en beneficio de un comedor social.

El responsable de la cadena de comercios, Pablo Goñi, explicaba ayer que quería realizar "una movilización pero sin paralizar la actividad económica", ya que cree que "hay que tener iniciativas más creativas". "Actualmente trabajamos 170 días para el Estado debido a lo que pagamos en nuestros impuestos", así que "me parece importante que uno se lo dediquemos a los que peor lo pasan". Goñi tiene dos comedores en mente a los que donar su ingresos de ayer, "Cáritas y París 365, que hacen una labor muy importante".

En la última huelga, que abrió pero no realizó esta iniciativa "recaudamos unos 1.500 euros, así que esperamos que se mantenga la misma cifra". La idea ha tenido "algunos apoyos de compañeros comerciantes", aunque no tiene "el objetivo que otros la secunden. Ha sido algo a nivel particular". Cuando llegaron los piquetes, Goñi decidió bajar la persiana de las tiendas, ya que "es mejor hacer eso para no meterse en problemas y que no lo consideren una provocación".

La principal crítica de Goñi va encaminada a la "presión fiscal a la que se somete al pequeño comercio, que ya lleva 10 años en crisis".