Pamplona. La entidad financiera resultante de la integración de las cooperativas de crédito vascas Caja Laboral e Ipar Kutxa ha despegado con paso firme en su primer año de andadura pues ha generado un beneficio neto de 36,7 millones de euros en el primer trimestre del presente 2013. La nueva entidad presidida por Txomin García prevé cerrar el primer ejercicio completo de su historia con unos resultados positivos brutos del orden de los 105 millones de euros, según fuentes de la caja cooperativa vasca.

La buena posición inicial de solvencia con que ha iniciado la actividad la integrante de la fusión de ambas cooperativas de crédito, la guipuzcoana Caja Laboral y la vizcaína Ipar Kutxa, se conjuga con una tasa de morosidad relativamente baja en el complicado contexto económico actual pues está en el 6,95%, claramente inferior a la media del sector situada en el 11,4%. Esta tasa de morosidad se ha reducido oficialmente al 10,4% tras el traspaso por parte de numerosas entidades financieras de numerosos activos dudosos al denominado banco malo, Sareb, instrumento al que no ha tenido que recurrir Caja Laboral Ipar Kutxa dado el importante grado de solvencia con que cuenta.

Desde la integración de Caja Laboral Ipar Kutxa, en vigor desde noviembre de 2012, la nueva entidad financiera vasca ha ganado, en cinco meses, un total de 58,7 millones de euros pese a la adversa coyuntura económica caracterizada por factores "como la recesión económica, el descenso de la actividad bancaria, un escenario de tipos de interés en mínimo históricos y profundos cambios regulatorios", según la caja cooperativa vasca.

El buen ratio de capital principal, la menor tasa de morosidad y los beneficios obtenidos le permiten a Caja Laboral Ipar Kutxa mantener un rating BBB, según la agencia de calificación Fitch, por debajo del BBVA pero a un nivel similar que CaixaBank y Banco Santander y por encima del Popular.

La entidad ha señalado que en los primeros meses tras su integración se han confirmado sus "expectativas sobre la capacidad de generar ingresos recurrentes, destacando el buen comportamiento de los márgenes del negocio típico bancario".

Caja Laboral está realizando un esfuerzo notable para mejorar la eficiencia, algo básico en un mercado, como el financiero, a la baja. En este sentido, la entidad va a reorganizar su red de 450 sucursales, reduciendo el número y aprovechando mejor las sinergias existentes. Al mismo tiempo ha puesto en marcha un plan no traumático para reducir la plantilla al que ya se han apuntado, según fuentes de la entidad guipuzcoana, 277 personas, algo más del 10% de la plantilla.

Mientras tanto con la combinación de gestión comercial y ahorros internos, la cooperativa ha conseguido en el primer trimestre del año, siempre según la entidad, mantener los niveles de rentabilidad presupuestados y alcanzar un margen de intereses que se ha situado en los 98 millones de euros. A ello se añaden los ingresos por comisiones y operaciones financieras, que hacen que el margen bruto total en el periodo enero-marzo haya ascendido a 130,5 millones de euros.

La contención de los gastos de personal y los gastos de administración han ayudado a que el resultado de explotación ascienda a 46,1 millones de euros.

reducción Un aspecto muy importante del negocio bancario en la actualidad es la evolución del crédito. En este sentido, Caja Laboral Ipar Kutxa ha reconocido que el mismo se ha reducido ligeramente. El crédito total a clientes en el primer trimestre llegaba a los 16.357 millones de euros, con un descenso de casi el uno por ciento.

Fuentes de la cooperativa señalaron que al recorte, "en línea con la tendencia del pasado ejercicio", ha contribuido la "menor demanda" de financiación hipotecaria y consumo por parte de los clientes particulares, a pesar de lo cual la entidad ha logrado mejorar ligeramente su cuotas de mercado.

Con motivo de la integración de Caja Laboral e Ipar Kutxa, -entidades que obtuvieron en 2011 un beneficio neto en conjunto de 30 millones de euros-, se realizó en el pasado ejercicio un importante proceso de saneamiento de sus balances con cargo a resultados y reservas por importe de 982 millones de euros, que incluía además de los requerimientos de los dos decretos del Gobierno español, a la cartera de créditos, los activos financieros, inmuebles propios y el incremento hasta el máximo permitido de la cobertura genérica.

El resultante de todo el importante proceso de saneamiento realizado con la integración de las dos cooperativas de crédito y a la espera de la presentación de las cuentas definitivas arrojó unos números rojos de unos 528 millones de euros, imputados a reservas.

La entidad financiera cuenta con unos activos cercanos a los 24.500 millones de euros, unas 450 oficinas y unos 2.500 empleados y celebrará su primera asamblea conjunta el próximo 27 de abril en el Buesa Arena de Vitoria.