pamplona - “Cuando cuatro empresas relevantes del sector farmacéutica se interesan por tu producto -el PBF-509-, te das cuenta de la innovación y el potencial del fármaco que has descubierto. Somos la primera biotecnológica mundial que va a probar la eficacia y seguridad de este tipo de fármacos en pacientes de cáncer de pulmón”, explica Julio Castro, consejero delegado de Palobiofarma, empresa afincada en Navarra, cuyos orígenes se remontan a Barcelona en 2006. “Más del 50% de las personas que mueren de cáncer lo hacen de pulmón”, recuerda. “Es de alta incidencia y mortalidad por no haber fármacos disponibles para evitar el curso de la enfermedad y porque el acceso quirúrgico es más complicado respecto al cáncer de mama o de colon, los otros dos más comunes”, detalla. La semana pasada Palobiofarma anunció que iban a ceder por trece millones la patente de su fármaco a Novartis, una de las mayores farmacéuticas del mundo.

Van a ceder los derechos de su patente contra el cáncer de pulmón. ¿Qué características presenta este fármaco que le diferencian de otros tratamientos?

-El producto no es tóxico si se compara con la quimioterapia actual, que provoca muchos efectos secundarios porque no solo mata células cancerígenas sino que también acaba con otras buenas. Hay un tipo de cáncer que comienza cuando las células tumorales no son detectadas por el sistema inmune, ya que se recubren por la denominada adenosina, que actúa como una capa que oculta la célula cancerígena. Nosotros pretendemos que este fármaco bloquee la adenosina para que las células malignas queden al descubierto y el sistema inmune las reconozca, las elimine y el paciente se cure. Sabemos que no todos los tumores de pulmón usan el mismo mecanismo de acción para escapar del sistema inmune, pero sabemos que para aquellos tumores que utilicen adenosina, este fármaco será eficaz y podrá curar.

¿Cómo se toma?

-Se trata de una pastilla oral.

Ahora se encuentran en ensayos de la fase uno. ¿En qué consisten?

-Dieciséis pacientes terminales de cáncer de pulmón, para los que no hay esperanza, se someten a un tratamiento con este fármaco para intentar demostrar que es seguro.

Y a partir de ahora, ¿cuál va a ser el papel de Novartis?

-Terminará de desarrollar el medicamento y lo probará con entre 50 y cien pacientes. Por ello, el fármaco está a unos cuatro o cinco años de lanzarse al mercado.

El contrato, denominado acuerdo de licencia, supone que se cede a Novartis los derechos de su fármaco PBF-509, con un pago inicial de 13 millones, cantidad que previsiblemente incrementará.

-Nosotros iremos viendo el desarrollo y dentro del contrato hay pagos por hitos. Los rendimientos económicos serán mayores, pero no se pueden decir por confidencialidad.

¿Qué papel ha tenido Sodena en el desarrollo de Palobiofarma?

-Fue un socio estratégico en un momento complicado, en plena crisis económica. Nos ofreció financiación y un laboratorio en 2010. Sodena cuenta con una participación directa del 13,84% en la empresa, a la que aportó 1,25 millones; e indirectamente, a través de su participación en distintos fondos, cuenta con otro 1,53%.

¿Cuántas personas componen la plantilla?

-Ocho: cinco de ellas se dedican a la investigación farmacéutica en las instalaciones de Cein; y tres en Barcelona controlan los ensayos clínicos. El próximo año, contrataremos a cuatro más, de las que tres reforzarán la labor que se desempeña en los laboratorios de Noáin.

Además de este proyecto, están trabajando en otros tres. ¿En qué fase está el producto para el asma?

-Este proyecto fue el primero que empezamos. Estamos realizando la fase dos en Barcelona y esperamos que los ensayos terminen a finales de 2016, para firmar otro acuerdo de licencia en 2017. Quizá este compuesto sea lo próximo que venga.

¿Y el de la enfermedad de Huntington?

-Se trata de una patología devastadora neurodegenerativa, que carece de fármaco. Por ello, la Agencia Europea del Medicamento nos ha dado la condición de medicamento huérfano, lo que nos permitirá llegar al mercado mucho antes. En este proyecto, nos encontramos en la fase uno.

¿Y el de glaucoma?

-El 25% de los pacientes que lo sufre acaba en ceguera. Actualmente, los tratamientos son crónicos y tópicos, a través del uso de gotas. Nosotros estamos trabajando para llegar a un fármaco que disminuya la presión intraocular, que evite el avance del glaucoma y que en lugar de gotas diarias el tratamiento sea a base de pastillas y se tome una vez por semana. Con la gota solo se trata el síntoma y con la pastilla se busca retrasar el curso de la enfermedad. El descubrimiento lo hemos hecho en Cein, el desarrollo del fármaco en Idifarma, y en diciembre comenzaremos la fase uno clínica con pacientes en la Clínica Universidad de Navarra.