tudela - Los 103 trabajadores de la planta Alstom de Buñuel, dedicada a la fabricación de las turbinas de los aerogeneradores eólicos de gran potencia y perteneciente a General Electric desde noviembre de 2015, serán despedidos entre mayo y junio, dentro del proceso de reestructuración de la nueva compañía que afectará a 512 empleados en toda España en los próximos dos años y a 6.500 en el conjunto de Europa. En el caso de la planta de Buñuel, que como la de Cornellá (Barcelona) echará el cierre definitivamente, los plazos son todavía confusos a tenor de los pocos datos ofrecidos ayer en una reunión mantenida entre la dirección y el comité de empresa.
“Se nos han comunicado datos a nivel mundial. La compañía seguirá a partir de ahora un procedimiento interno a nivel europeo en el que, en los próximos tres meses, se abrirá un periodo de consultas y se emitirá un informe elaborado por lo que ellos llaman un comité de expertos. Luego, se ofrecerá otro mes más para contar con un informe definitivo. Se ha hablado del 17 de mayo o principios de junio para presentar el expediente con todos los despidos”, explicaron desde ELA sin saber precisar si en este proceso de integración de las actividades de la francesa Alstom a General Electric se verán también afectados los 23 trabajadores de los cuatro parques de mantenimiento que la firma tiene en Tudela.
En este sentido, actualmente, Alstom cuenta con parques de estas características en todas las provincias españolas en los que trabajan 140 empleados y, de ellos, 47 serán despedidos, según comunicó la empresa a los representantes sindicales en el encuentro de ayer. “No sabemos si los 23 que funcionan como una sola plantilla en la capital ribera se verán afectados y, si es así, cuántos serán”, reconocieron en ELA haciendo hincapié en la “confusión total” y la “conmoción” generada tras el anuncio de General Electric y en su intención, como sindicato, de “mostrarse contra los despidos y pedir que las negociaciones sean aquí para poder plantar cara, aunque somos conscientes de que eso va a ser muy complicado”, reconocieron. De momento, desde General Electric la intención es “mantener una colaboración constructiva con los representantes de los trabajadores” y “trabajar con los empleados potencialmente afectados” para, según fuentes de la compañía, “identificar oportunidades de recolocación, ya sea mediante movilidad interna u otras posibles opciones”.
En el baile de cifras que ofrece GE con motivo de su reestructuración, entran también en zona de peligro 59 puestos de la planta de Alcobendas que correrían la misma suerte que 230 personas del centro de Barcelona y las 68 de Cornellá.
precedentes El cierre de la planta de Alstom de Buñuel, abierta en 1997 coincidiendo con el boom de las renovables y su desembarco en Navarra, llega casi tres años después de la superación de otro vaivén del sector que supuso la aplicación de un expediente de regulación temporal de empleo durante todo 2014. Aquella medida, que evitó 25 despidos y fue apoyada por más del 93% de la plantilla ribera, estuvo en buena parte condicionada por el cierre previo de las plantas de As Somozas (Galicia) -cuya producción de equipamientos eléctricos se concentró en Buñuel- y la de Altamira (Zamora). Para ELA, que tiene un representante en el comité de empresa de la planta (más los cinco de UGT, dos de CCOO, y otro de LAB) y tres delegados en el del parque de mantenimiento de Tudela (más uno de CCOO), “la sensación ahora mismo es de engaño. Primero se hizo una reestructuración en Alstom y ¿para qué si ahora, tras la venta, llega la de General Electric?”, se preguntaron. La compañía GE cerró en noviembre la compra de los negocios de energía y redes de la francesa Alstom por casi 9.000 millones de euros, culminando el proceso iniciado en 2014 tras recibir la autorización de los reguladores de más de 20 países y regiones.
sector en peligro
las renovables, en el punto de mira
Tres años de caída. El anuncio de reestructuración de General Electric de ayer no hace sino confirmar la mala salud de un sector, el de las renovables, profundamente herido por las políticas de restricción de primas y las operaciones corporativas. Alstom Renovables, que en España diseña y fabrica turbinas eléctricas, empezó a dar auténticos signos de debilidad en 2013, con evidentes pérdidas. La firma, que opera desde Barcelona desde 2007, cuando se hizo con la cooperativa Ecotecnia, es uno de los grupos que fabricaron el tren de alta velocidad AVE. En noviembre del año pasado fue adquirida por General Electric, que cuenta con más de 300.000 empleados en todo el mundo, por casi 9.000 millones. La operación precisó de la autorización del Estado francés, dado que Alstom opera en sectores estratégicos. Ya entonces desde el sector energético se temió que el gigante estadounidense aplicara criterios puramente económicos y prescindiera de su actividad en España.
Aerogeneradores antitifón. En enero de 2014, se anunció que la factoría de Alstom en Buñuel sería la encargada de fabricar 20 aerogeneradores eólicos preparados para resistir el impacto de terremotos y tifones, y destinados a un parque eólico de Japón.
Carga de trabajo. Sobre las muchas dudas abiertas tras el anuncio de cierre en Buñuel, está la del momento en el que se harán efectivos los despidos. Desde ELA declararon que “no sabemos si el cierre se hará efectivo una vez termine el periodo de negociaciones o si nos plantearán un cierre programado porque, al parecer, hay carga de trabajo. Lo cierto es que es muy pronto para adelantar nada, todo está en el aire”.
19
años. Lleva abierta la planta de Alstom de Buñuel, que se inauguró en 1997 coincidiendo con el desembarco de las renovables, como Gamesa, en Navarra. Actualmente, la plantilla de 103 personas está formada por gente de la localidad y de pueblos de la Ribera. Además, en Tudela hay cuatro parques de mantenimiento en los que trabajan 23 personas.