CaixaBank recompra a clientes las plantas superiores del edificio central vendido por Can en 2010
Ha devuelto el capital aportado tras años pagando un interés cercano al 6% por el alquiler
pamplona - CaixaBank ya es propietaria de una parte del edificio central de Carlos III, vendido por Caja Navarra a un selecto grupo de sus clientes entre 2009 y 2010. La entidad financiera ha recomprado las plantas superiores (de la segunda a la séptima), así como los sótanos y los garajes, en una operación cerrada a comienzos del pasado otoño y que le ha supuesto un desembolso cercano a los 38 millones de euros.
La operación se ha realizado a través de la sociedad Building Center y el objetivo es poner en alquiler estas oficinas del centro de Pamplona, hoy vacías tras la adquisición de Banca Cívica por parte de CaixaBank. La dirección territorial del banco ocupa en régimen de alquiler apenas la planta baja y la primera, también vendidas a clientes en una operación similar ejecutada en el verano de 2009. Hoy en el edificio trabaja apenas un centenar de personas, apenas una cuarta parte de las que lo ocupaban en 2007, cuando Caja Navarra albergaba en ella sus servicios centrales. Tras crear Can Banca Cívica en 2009, una parte del personal ya fue trasladado a Madrid, donde se ubicaron los servicios centrales. La compra de Banca Cívica por parte de CaixaBank en la primavera de 2012 supuso dejar prácticamente vacío el edificio, obra de Luis Felipe Gaztelu e inaugurado en 1978.
La operación ha supuesto la disolución de la sociedad Lease Building Navarra, entre cuyos accionistas se encontraban unos 200 clientes de Caja Navarra, que aportaron como mínimo 200.000 euros en 2010. Cada uno de ellos ponía una pequeña parte en forma de capital y el resto, como un préstamo. Caja Navarra se comprometió entonces a abonar un interés superior al 6% en concepto de alquiler en una operación articulada por la inmobiliaria Proginsa y denominada como sale and leaseback.
En el momento de adquirir Banca Cívica, CaixaBank heredó estos compromisos, que le obligaban a pagar todos los años un alquiler millonario por una edificio semivacío. En 2016 ha optado por ejercer esta recompra en una operación que necesitaba de la unanimidad de todos los accionistas. Tras obtenerla, la compra se ejecutó a comienzos del pasado otoño. CaixaBank ha devuelto a los clientes, que durante este tiempo han cobrado los correspondientes intereses (unos 72.000 euros para 200.000 de inversión), el mismo capital que aportaron en 2010.
satisfacción en los clientes El hecho de haber recuperado el 100% de la inversión realizada y haber recibido durante este tiempo un interés bruto superior al 6% ha dejado a los clientes satisfechos con una operación que hasta 2007 era poco habitual en el sistema financiero español. “El edificio vale hoy bastante menos que en 2010, no solo por la evolución del mercado, sino por el propio paso del tiempo”, señalaba uno de los inversores. “El hecho de que se trate de clientes de banca privada o con ciertos ahorros supongo que habrá influido”, añadía en referencia al perfil del inversor -la aportación mínima de 200.000 euros- y al hecho de que durante los últimos años el interés de los depósito se ha reducido hasta quedarse en cero.
En su momento, estas operaciones de sale and leaseback no estuvieron exentas de polémica, al realizarse únicamente entre clientes de elevado poder adquisitivo y suponer la privatización de un patrimonio que los navarros sentían como común: Caja Navarra era una entidad a la que se suponía un fin social.
La realidad es que, en el momento de realizar la operación, Caja Navarra se encontraba desesperada por captar dinero y reforzar su posición de liquidez. Entre el verano de 2009 y 2010 realizó cuatro operaciones similares. La primera de ellas, con las planta baja y primera del edificio central; las dos siguientes, con oficinas de su red comercial y la última de ellas, con el resto del edificio principal. Obtuvo unos 108 millones de euros por ellas, con una plusvalía superior a los 85 millones. Yolanda Barcina, entonces alcaldesa de Pamplona y miembro de la comisión de control de Caja Navarra, fue el cargo público más relevante que decidió invertir su dinero en esta operación.
107
millones, cuatro ventas
Caja Navarra obtuvo 107 millones de euros en las cuatro operaciones de ‘sale and lease back’ (edificio central y 25 oficinas) que realizó entre 2009 y 2010.
Desde 2007. Santander fue el primer banco en vender parte de sus oficinas. Lo hizo anticipándose a la crisis y pagando un menor interés que las entidades que lo hicieron después. En los últimos meses, Abanca ha procedido a recomprar también las oficinas que vendieron en su momento las cajas gallegas.
Búsqueda de recursos. El objetivo de los bancos fue captar dinero a un precio asequible en un momento en el que se multiplicaban las necesidades de capital y liquidez. Caja Navarra también vendió para ello sus negocios de seguros.