madrid - Isolux Corsan pasó ayer a la lista negra de gigantes industriales en concurso de acreedores. El grupo de ingeniería y construcción Isolux solicitará uno de los mayores concursos voluntarios de acreedores de la historia empresarial española, con una deuda de 1.675 millones de euros (1.270 de deuda financiera y 400 a proveedores) y con seis ofertas sobre la mesa por diversas unidades productivas de la compañía.
La empresa, séptima constructora por tamaño del país con un pasivo de 4.294 millones de euros, pidió su quiebra ordenada ante la imposibilidad de seguir funcionando con normalidad y pagando a proveedores, entidades financieras y empleados.
El futuro de la empresa queda así en manos de tres administradores nombrados por la Junta de Accionistas tras la dimisión en bloque del consejo de administración, formado por el presidente, Nemesio Fernández-Cuesta y seis consejeros.
Fernández-Cuesta subrayó, en su intervención ante la Junta, que la empresa “se ha ganado el derecho a sobrevivir” y mostró su confianza en que la ofertas recibidas “permitirán la pervivencia de la actividad empresarial”. El presidente aseguró que la prioridad es mantener el número máximo posible de puestos de trabajo y agradeció su labor tanto a los trabajadores como a los directivos.
Antes de la Junta, el consejo de administración aprobó solicitar el concurso voluntario de acreedores ante los juzgados de lo mercantil de Madrid. La solicitud afecta a siete empresas: Grupo Isolux Corsán, Corsán-Corviam Construcción, Isolux Ingeniería, GIC Concesiones, Isolux Corsán Servicios, Isolux Corsán Inmobiliaria e Isolux Energy Investments.
El endeudamiento financiero total del grupo al cierre de abril era de 1.270 millones, de los que 557 millones están asociados a la financiación de proyectos. Además, el grupo acumula una deuda con proveedores de 405 millones. Al cierre del pasado ejercicio, Isolux tenía un patrimonio neto negativo de cerca de 802 millones.
El consejo de administración fue sustituido por tres administradores elegidos por los actuales accionistas y acreedores, los bancos Santander, Bankia y CaixaBank. El consejo trasladó a los nuevos administradores las seis ofertas recibidas por distintos negocios del grupo. Las ofertas se dirigen a negocios de la parte de ingeniería y construcción, según fuentes de la empresa. Fernández-Cuesta dijo que varias de las ofertas contemplan la absorción no sólo del personal directo de las obras sino también de un número importante de trabajadores de las áreas corporativas.
accionistas y trabajadores La solicitud del concurso de acreedores no se sometió a los accionistas. Un grupo de trabajadores de Isolux, con banderas y pancartas, se concentraron ante las puertas de la sede desde antes de que comenzara la Junta de Accionistas para protestar por la situación de la empresa.
Caixabank, principal acreedor y accionista de Isolux Corsán con el 14,3% de su capital, descarta que la declaración de concurso del grupo de construcción e ingeniería tenga un “impacto adicional significativo” en sus cuentas, dado que ya estaba provisionada.
Por su parte, CCOO acusó a la dirección de Isolux de querer recortar el 75% de la plantilla y pidieron al Gobierno que intervenga para averiguar las “verdaderas” causas de la situación de la compañía. El sindicato recalcó que “no va a permitir” una actuación que puede llevar a la pérdida de 1.104 empleos en España. José Francisco Santollo, delegado de UGT en Corsan-Corvian, una de las filiales del grupo, en conversación telefónica con este periódico, puso cifra a los temores de los empleados: temen que “un 70-80% de los 3.800 trabajadores de Isolux” se vean afectados por un previsible ERE”. - Efe
1.108
De los 3.800 empleados en plantilla del grupo, serán 1.992 los afectados por la solicitud del concurso por parte de la empresa. De ellos, 1.108 corresponden a entidades con sede en España.