el AVE entre las ciudades santas de La Meca y Medina (Arabia Saudí) recorrerá por primera vez y sin paradas por los 450 kilómetros que recorren la línea el próximo 31 de diciembre, día en el que se llevará a cabo la primera demostración de servicio y sistemas. El AVE La Meca-Medina constituye uno de los mayores contratos logrados en el exterior por empresas españolas y uno de los exponentes de la Marca España.
El consorcio español Al Shoula encargado de la construcción de este singular AVE se había comprometido con el Gobierno saudí a llevar a cabo dicha demostración antes de que acabara el año y lo hará a pesar de los retrasos constatados en la terminación de algunas estaciones encargadas a empresas locales, ha informado hoy el consorcio.
La prueba, a la que asistirán viajeros invitados, arrancará en la estación de Medina y finalizará en La Meca y supondrá un nuevo hito en el proyecto de construcción del tren de alta velocidad previo a su homologación para poder ser explotado comercialmente. Durante las diez o doce semanas siguientes, el consorcio llevará a cabo, de manera regular, dos viajes por sentido los viernes y sábados entre las ciudades de La Meca y Medina.
Aunque completará todo el trayecto entre las dos ciudades santas del Islam, no lo hará a la velocidad operativa de un tren de alta velocidad. La velocidad está muy ligada a los sistemas de seguridad y señalización (ERTMS), encargados a Siemens e Indra, que no funcionan aún en toda la línea, y a la homologación por los reguladores saudíes de los trenes Talgo 350 Haramain, que también está pendiente. En junio, el tren en pruebas alcanzó los 330 kilómetros hora, su máxima velocidad y el 10% superior a la que será su velocidad máxima comercial y de operación (300 km/h).
El denominado tren de los peregrinos cubrirá la distancia que separa las dos ciudades, que son visitadas cada año por millones de fieles, en menos de 2 horas y 30 minutos. En su trayecto habrá cinco megaestaciones, de cuyo mantenimiento, operación y explotación se encargará ADIF, mientras que Renfe se ocupará de la explotación de la línea.
El inicio de la fase comercial, no obstante, está en entredicho y resulta muy complicado que el AVE del Desierto lleve peregrinos en la primavera del próximo año debido a los problemas financieros de las empresas saudíes adjudicatarias.
El consorcio español encargado de la fase dos del proyecto está integrado por doce empresas españolas -ADIF, Cobra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia, Inabensa, Ineco, Indra, OHL, Renfe y Talgo- y las saudíes Al Shoula y Al Rosan.
La fase 2 del proyecto fue adjudicada en 2012 al consorcio por 6.736 millones de euros, e incluía el diseño y la construcción de la vía y sistemas a lo largo de más de 450 kilómetros y el suministro de 35 trenes, además de su operación y mantenimiento durante 12 años. - M.G.