pamplona - Una sola empresa, Ares Capital, es la propietaria de 30 de las 37 nuevas licencias VTC (Vehículos de Turismo con Conductor) que han sido concedidas en Navarra y que, según explicaban ayer mismo Manu Ayerdi, vicepresidente del Gobierno, “se encuentra ya solo pendientes de tramitación administrativa”. Estas nuevas licencias se unirían a las 57 que existen ya actualmente y que sitúan en uno a siete la relación entre este tipo de vehículos y el número de taxis que operan en Navarra (432).

Cuando se hagan efectivas, las nuevas licencias alejarán todavía más a Navarra del ratio de 1 a 30 fijado por decreto en 2015 por el Gobierno del Partido Popular. El decreto intentaba controlar el aluvión de nuevas licencias que, tras la aprobación de la Ley Omnibus de 2009, fueron solicitadas y que han ido obteniendo respaldo judicial tras ser recurridas. En el caso de Navarra, otras 100 nuevas licencias pata una sola empresa se encuentran pendientes de recibir la autorización del Tribunal Supremo. De conseguirlo, trastocarían ya de manera muy relevante el funcionamiento del sector del taxi y del transporte de pasajeros en Navarra, al fijar una proporción inferior incluso a uno a tres. “Está por ver en cualquier caso que empresas como Uber vayan a entrar en una ciudad como Pamplona”, explican desde Teletaxi. “Aquí el negocio es el que es, lo lógico sería que antes llegase a otros ciudades más grandes”, explican.

De hecho, en la Comunidad Autónoma Vasca ya están preparando una regulación propia para los VTC que incluiría la obligatoriedad de portar un distintivo y la formación necesaria para que los agentes de tráfico puedan controlar el funcionamiento de estos vehículos. La reglamentación existente establece, por ejemplo, la prohibición de recoger pasajeros en la calle, tal y como hacen los taxis. Buena parte de las 57 licencias actuales hasta el momento, según los datos del registro del Ministerio de Fomento, se encuentran en manos de empresas como Limutaxi o Navarvip, con las que los taxistas conviven en Navarra con naturalidad. No sucede lo mismo con firmas como Uber o Cabify, al entender los taxistas que invaden su espacio de actuación. Si la presión iniciada por la taxistas de Barcelona no surte efecto, en los próximos meses entrarían en funcionamiento miles de licencias de vehículo con conductor sobre las que seguramente se lancen Uber y Cabify.

La concentración de licencias en una sola empresa, en este caso Ares Capital, ilustra el lucro que se esconde detrás de las licencias VTC, que va más allá del el asalto de las empresas tecnológicas como Uber y Cabify al negocio del transporte de pasajeros. Estos permisos han sido adquiridos a la administración central a un precio muy bajo, apenas 36 euros en tasas, y están siendo revendidas en la actualidad por unos 50.000 euros. En algunos casos son compradas por fondos de inversión que posteriormente se asocian con Uber y Cabify, que aportan la aplicación del móvil y que ingresan una comisión por cada uno de los servicios.

Ares Capital fue fundada en el año 1993 por los hermanos Juan y Ramón Ortigüela y ha ido adquiriendo desde 2010 cientos de licencias en toda España. Cuenta, además con alrededor de otras 3.000 que se encuentran pendientes de resolución en los tribunales. Ha ido vendiendo licencias tanto a autónomos como a otras empresas, con unas cotizaciones que se ha disparado, y, según explicaba Lainformación.com habría obtenido más de 22 millones de euros en este concepto el año pasado y se encontraba pendiente de cerrar una venta por valor de unos 100 millones de euros al fondo King Street, con sede en Luxemburgo.

¿Cómo se regulan las VTC? La regulación del sector y el desarrollo normativo es competencia del Ministerio de Fomento, mientras que la gestión de las autorizaciones y su otorgamiento es competencia de las comunidades autónomas por delegación del Estado a través de una ley orgánica de delegación de facultades a las comunidades autónomas en materia de transporte por carretera. La inspección de los servicios también está delegada a las comunidades autónomas, en tanto que Fomento coordina las actividades de inspección y establece las prioridades en un plan que se aprueba anualmente junto a las comunidades autónomas.

¿Cuántas licencias hay? La normativa establece una autorización de VTC por cada 30 de taxi. Sin embargo, en España hay 64.961 licencias de taxi y unas 9.000 autorizaciones para conductores VTC. Esto implica un ratio de 7 taxistas por cada conductor de Uber o Cabify. Madrid es la provincia con mayor número de licencias de VTC con 4.308, el 47% del total. Barcelona se encuentra en segundo lugar con 1.363. En Navarra hay 57 y otras 37 más en camino. Hay 432 taxis.

¿Cuánto cuestan? El precio oficial que marcaba la administración es de 36 euros en tasas. Pero se están revendiendo en ocasiones por precios que alcanzan hasta los 50.000 euros.

¿Cuál es el origen del conflicto actual? Uber llegó en 2014 a España con su servicio UberPop, que fue llevado a los tribunales por una asociación de taxistas y fue suspendido por un juez por utilizar conductores sin licencia, algo ilegal según la normativa española. Desde hace dos años, la multinacional opera en España con otra modalidad: UberX. Este servicio se basa en utilizar conductores que sí tienen licencia de vehículo de turismo con conductor (VTC), la que estipula la normativa española para este tipo de transporte y que hasta ese momento utilizaban los coches con chófer privado. Cabify utiliza conductores con licencia VTC.

¿Cuál ha sido el detonante? El Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que preside la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, aprobó el 26 de junio de manera definitiva un reglamento que condiciona a una autorización previa el ejercicio de la actividad de los servicios urbanos de las licencias VTC. Sin embargo, el pasado 19 de julio el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) suspendió cautelarmente el reglamento del AMB que regula las licencias VTC al entender que esta norma “presenta toda la apariencia de pretender soslayar que las autorizaciones VTC son títulos habilitantes estatales.