pamplona - Cinco años de incrementos consecutivos, en muchos casos por encima de la media nacional, han situado a los accidentes laborales como uno de los principales motivos de preocupación en el día a día del trabajo. Y así lo han denunciado en las últimas semanas todos los sindicatos y buena parte de los partidos políticos, que ayer pudieron escuchar en el Parlamento a los responsables del Gobierno de Navarra, entre ellos al consejero de salud, Fernando Domínguez, reconocer el aumento y destacar, en cualquier caso, el incremento en el presupuesto público que recibe el Instituto de salud Pública y Laboral de Navarra.

“Ha crecido un 27% entre 2016 y 2018”, recordó Domínguez, quien destacó el esfuerzo hecho y recordó que la siniestralidad laboral engloba tanto a las enfermedades profesionales como a los accidentes. Según dijo, estos últimos han crecido “coincidiendo con la reforma laboral” de 2012, aplicada por el Partido Popular en los primeros meses de su mayoría absoluta con el apoyo de UPN. “Los accidentes -dijo Domínguez- suponen el 14% de los fallecimientos, mientras que las enfermedades profesionales son el 86%”.

En cuanto a los accidentes laborales, el Gobierno de Navarra precisó que los accidentes totales con baja en jornada de trabajo presentan en Navarra una tendencia claramente descendente del 2000 al 2012 y a partir de este año, “coincidiendo con la reforma laboral”, se consigna una tendencia ascendente pero que parece estabilizarse en 2017. Un estudio específico, comparando enero-septiembre en los mismos años, confirma esta tendencia a la estabilización en 2018, con un leve descenso de 0,1 puntos en el índice de incidencia. Y mantuvo que los accidentes graves y mortales, aunque aumentan ambos en 2018 respecto al 2017 (enero-septiembre), siguen una tendencia estable (graves) y descendente (mortales). “Es importante esperar al final del año para valorar estas tendencias. Ha ocurrido este año una concentración de los accidentes graves y mortales en los meses de junio y julio: La mitad de los mortales (cinco) en julio y más de un tercio de los graves (18) en los dos meses”, señaló María José Pérez Jarauta, directora del Instituto de Salud Laboral.

Por su parte, con los datos disponibles, las enfermedades profesionales descendieron ligeramente entre 2013 al 2017, aunque existe un infrarreconocimiento en la legislación actual respecto a las enfermedades que son atribuibles a los riesgos laborales (cánceres, enfermedades respiratorias, de la piel, de la voz, hipoacusias, osteomusculares, problemas de la espalda, de salud mental y otros) y también un subregistro importante y generalizado, por comunidades autónomas, siendo Navarra la que más declara.

El incremento del gasto y del personal del Servicio de Salud Laboral (un 35% más de recursos humanos en los dos últimos años) tiene un objetivo principal: conocer mejor la siniestralidad derivada del trabajo e intensificar su prevención. Pero, en cualquier caso, existe “un gran consenso nacional e internacional” respecto a los factores causales de la accidentabilidad laboral. La mayoría se relaciona en la actualidad con la evolución del empleo y su precariedad: contratación temporal, subcontratación, especialmente a través de empresas de trabajo temporal, la realización de horas extras con la consiguiente sobrecarga de trabajo o la edad de los trabajadores, dándose incidencias mayores de accidentabilidad en las y los jóvenes menores de 24 años.

“Resulta fundamental el sistema preventivo actualmente vigente en España, que parece no estar resultando eficaz para afrontar los daños de origen laboral. Este sistema otorga a Navarra sólo una parte de las competencias en esta materia, y no las fundamentales, por lo que la influencia de las acciones del Gobierno es limitada, aunque se está trabajando con intensidad”, explicaba el Ejecutivo foral.

Plan 2017-2020. Se busca impulsar un nuevo registro sobre las exposiciones laborales y la gestión preventiva en las empresas, una campaña de concienciación y sensibilización social sobre prevención de accidentes, el estudio del incremento de recursos para inspección de trabajo y su posible transferencia, así como la exploración de la posibilidad de disponer de delegados territoriales de prevención con competencias adecuadas y fomentar los estudios de investigación.

En el terreno. Se plantea también desarrollar nuevas intervenciones en empresas que han tenido accidentes de trabajo en cuatro niveles de actuación, y desarrollar campañas específicas sobre riesgos asociados a la organización del trabajo, la gestión participativa de los riesgos

Mejora del conocimiento. En los últimos años se ha trabajado en la mejora del conocimiento a través del sistema de información y vigilancia de la salud en el trabajo. Mari Jose Pérez puso en valor el sistema de información y vigilancia de la salud en el trabajo del ISPLN, con registros específicos propios desde 1998 que han merecido el aval internacional, y que lleva a cambios de contingencia para considerar una enfermedad de origen laboral, reconociendo prestaciones para los trabajadores y recuperando desde las mutuas para el sistema público entre 2,5 y 3 millones por año.