pamplona - Podemos ha registrado en el Parlamento de Navarra una proposición del ley foral para proteger a los pequeños productores rurales, con normativa específica diferente a la de las grandes explotaciones, que favorecerá su permanencia en el mundo rural con un modo de vida sostenible y ecológico.

Así lo pusieron de manifiesto en conferencia de prensa los parlamentarios Mikel Buil y Tere Sáez, quienes han respaldado a la secretaria de Desarrollo Rural de Podemos Navarra, Lucía Otero, en la presentación de una iniciativa que responde a las demandas de los propios afectados pero también a las de los consumidores y a la sociedad en general por el plus medioambiental que aporta.

Al respecto, Sáez lamentó que los pequeños productores “han estado bastante abandonados” y ha alertado de que “el café con leche no vale para todos”, en referencia a la actual ley que equipara a las pequeñas explotaciones agrícola-ganaderas con las de mayor superficie, por lo que la normativa que proponen “flexibiliza” y “facilita” las cosas a los agricultores y ganaderos familiares.

Además, “apostar por esta vía supondrá también un avance de la igualdad de género, porque las mujeres acceden más a las pequeñas producciones que a las grandes”, ha subrayado para sumar que la normativa que contempla sobre identificación mejora la confianza en el producto artesanal y también “la relación entre el mundo rural y el urbano”. Lucía Otero desgranó las características de la oficialmente llamada “Ley de adaptación del paquete higiénico-sanitario para las producciones alimentarias ligada a una explotación agrícola-ganadera que realicen venta directa o en circuitos cortos de comercialización”, más conocida como Ley de Protección de la Pequeña Producción Rural.

Otero advirtió que en la actualidad el marco normativo iguala en sus requisitos higiénico-sanitarios a todas las empresas alimentarias pero “las pequeñas explotaciones agrícola-ganaderas ven comprometida su viabilidad debido a las inversiones económicas que deben realizar para cumplir los requisitos, sobre todo en lo que se refiere a las instalaciones necesarias para la transformación in situ de sus propios productos”. Ahí es donde “principalmente” opinan que se debería “flexibilizar” porque “las inversiones que tenga que hacer una pequeña productora no pueden ser equiparables a la de una actividad industrial”, dijo tras aludir al referente del modelo francés. - Efe