pamplona - Raúl Portillo Alzueta repite como candidato de LAB a las elecciones sindicales de VW Navarra. A sus 49 años, lidera por segunda vez esta sección sindical que aspira a obtener delegados en los dos colegios. En 2015, obtuvo cuatro representantes en taller y confiesa que, en esta ocasión, persigue estar presente también en técnicos. Insiste en que no vende un programa, sino que lucha “por mejorar las condiciones de la plantilla y por instaurar unas relaciones laborales sin exclusión”. De esta forma, denuncia que VW Navarra sigue “discriminando a la mujer” y que su sindicato peleará “por un plan de igualdad”.

¿Cómo resume la labor de su sindicato en estos cuatro años?

-De muy importante. Hemos denunciado la discriminación en política de contrataciones de VW Navarra, hasta llegar a propiciar una resolución y una moción del Parlamento para instar al Gobierno de Navarra a impulsar acciones para cumplir la normativa laboral. Hemos realizado una campaña para socializar y visibilizar esta situación. LAB ha denunciado discriminación de género a Inspección de Trabajo, que ha propiciado un requerimiento a la empresa para que redacte un nuevo plan de igualdad, con políticas activas en favor de esta materia. Hemos abogado por la mejora de las condiciones de trabajo. La pelea no ha terminado.

¿En qué ha mejorado la plantilla en esta legislatura?

-En nada. Además las mujeres siguen discriminadas, ya que representan únicamente el 12% de la plantilla fija.

¿En qué ha empeorado la plantilla?

-En estos años, VW Navarra ha contratado a 2.100 personas a través de 5.000 contratos, y con ello ha perpetuado la precarización. En la fábrica han empeorado las condiciones de trabajo para potenciar un proceso productivo que no tiene en cuenta la salud de los trabajadores, y que es responsable directo del absentismo.

LAB ha presentado candidatura en los dos colegios, ¿cuántos delegados prevé conseguir?

-Nunca nos hemos marcado un objetivo en cuanto al número, nos gustaría tener representación en los dos colegios, ya que en el de técnicos hemos sido la única voz reivindicativa durante estos años, con un programa claro.

¿Por qué la plantilla tiene que votar a LAB?

-Para que exista un auténtico comité, para que no esté secuestrado por sindicatos que viven de las subvenciones públicas, para que nadie se arrogue la potestad de decidir quién tiene derecho a un empleo en VW Navarra. Somos el sindicato que más ha crecido en Navarra en estos últimos años.

¿Cuáles son los principales objetivos de su programa?

-No vendemos programas. Nuestro trabajo, dedicación y empeño persiguen mejorar las condiciones de trabajo de toda la plantilla. Luchamos por unas relaciones laborales sin discriminación. Seguiremos exigiendo un acuerdo de empleo transparente, público y controlable por el comité, en el que todos sepan qué lugar ocupa en la bolsa de empleo y qué requisitos debe cumplir para optar a un puesto de trabajo en VW. Pelearemos por un plan de igualdad con medidas efectivas para revertir la sangrante discriminación que padece la mujer en VW; y abogamos por la subrogación del empleo de los compañeros de empresas subcontratadas por VW.

¿El preacuerdo de convenio cumple con sus objetivos?

-De ningún modo. Las 200 contrataciones indefinidas son insuficientes, ya que se necesitan actualmente más de 500 para la producción diaria. No hablamos de rejuvenecimiento de la plantilla sino de necesidades de fabricación. Con el anterior convenio y con el segundo modelo hemos visto aumentada nuestra jornada laboral en cinco días por el mismo sueldo; en cambio, la subida salarial ofertada en el preacuerdo no llega a paliar la pérdida salarial padecida, y tardaremos más de diez años en recuperarla. Además, no mejora las condiciones de trabajo; no reconoce la profesionalidad y el esfuerzo de los trabajadores y se niega a admitir la categoría de segunda como básica, a pesar de realizar un trabajo acorde a los requisitos para acceder a ella; y no apuesta por el tejido productivo navarro, ya que no recoge la subrogación de los contratos de los trabajadores de las empresas proveedoras. Nosotros solicitábamos una letra más para toda la plantilla y aumento salarial ligado a la antigüedad.

¿El rejuvenecimiento de la plantilla llega tarde?

-Más de 18 años después. El acuerdo alcanzado es el mismo que propuso LAB en 2001 en su plataforma de negociación para el cuarto convenio colectivo y que ha seguido reivindicando desde entonces hasta ahora. No se ha tomado en consideración hasta ahora, únicamente, porque era propuesta de LAB. La actual jubilación parcial, con contrato de relevo, tiene peores condiciones para el trabajador que la que existía cuando la reclamábamos nosotros en 2001. Sin embargo, también la consideramos positiva.

¿La llegada del T-Cross ha permitido consolidar la actual plantilla?

-Apostamos decididamente por el segundo modelo, pero no a costa de rebajar el salario de los compañeros eventuales ni de trabajar más días por el mismo salario. Nuestra propuesta generaba 800 empleos indefinidos más, aumentaba la capacidad de producción y reducía el absentismo al crear un cuarto turno en fin de semana, propuesta que fue desechada. La actual plantilla ya estaba consolidada para una producción diaria de 1.408 coches. Ahora estamos mejor situados ante una fluctuación de las ventas, pero a costa del salario de los compañeros eventuales.

¿Está preparada la factoría para acoger un tercer modelo?

-Con la misma plataforma podemos producir todos los que quieran. Son versiones que pasan por la misma cadena de producción. Pero VW está inmersa en una política de recortes de gastos y de aumento de beneficios, por lo que producir un tercer modelo requerirá de una inversión económica para adaptar las instalaciones. Las recientes declaraciones de Herbert Diess sobre la posibilidad de producir un tercer modelo no dejan lugar a dudas, sería a cambio de dejar de producir uno de los modelos que actualmente tenemos asignados.

¿Qué papel tienen los sindicatos para lograr que el vehículo eléctrico llegue a Landaben?

-Lamentablemente ninguna. Son decisiones geopolíticas del Grupo VW las que están primando a la hora de producir los modelos eléctricos y las inversiones. La actual apuesta de VW por el coche eléctrico pasa por China y Alemania; y está abriendo fábricas nuevas en África. Si fuera por productividad, calidad, salario, etc, no tendríamos problema a la hora de competir con Alemania, pero son decisiones estratégicas del grupo.