pamplona - La dirección de KSS (Kyb Steering Spain, SA) en Orkoien anunció ayer por la tarde al comité su intención de cerrar la fábrica en el plazo de tres años, con el despido de su plantilla en dos fases, compuesta por 130 trabajadores, informaron fuentes sindicales.
La factoría elabora bombas hidráulicas -supone el 90% de su fabricación- para direcciones asistidas en el sector de la automoción, un producto que pierde mercado por la introducción de la dirección eléctrica. La empresa adquirió el compromiso con la parte social, compuesta por dos delegados de UGT, dos de CCOO, dos de CCP, dos de LAB y uno de ELA, de confeccionar un plan industrial para el 31 de marzo de este año. En cumplimiento de ese acuerdo, la gerencia de la planta y sus asesores externos convocaron a los sindicatos para comunicar que “después de haber estudiado diferentes alternativas de productos para traer a la factoría, descartaban todas las opciones por no ser viables”, contaron fuentes de CCOO. Ante la falta de productos que sustituyan a la bomba hidráulica, la multinacional japonesa ha establecido clausurar esta fábrica en 2021. El cierre gradual provocará que el despido de los trabajadores se produzca en dos fases: la primera la han fijado para 2019 y 2020, y una segunda para finales 2020-2021, contaron estas fuentes.
La dirección adelantó a la parte social que en mayo quiere comenzar la negociación de un expediente de regulación de empleo para extinguir el contrato de 80 trabajadores, que saldrán de la fábrica entre este año y el próximo ejercicio. Tras este proceso, en la factoría quedarán unos 50 empleados, que seguirán hasta que se produzca la clausura definitiva del centro.
KSS concluyó 2018 con unas pérdidas de 10,6 millones, y su cifra de negocio registró 20,9 millones, la cuarta caída consecutiva desde 2014. Europa apenas demanda la bomba hidráulica, siendo Estados Unidos, Latinoamérica y Asia los principales destinos de este producto.
La dirección expuso los planes de la empresa a la parte social sin mostrar “ningún informe económico”, añadieron desde CCOO.
La resolución de la compañía nipona no ha sorprendido a la plantilla que observaba que sus reivindicaciones de inversiones y de diversificar la producción no se cumplían. La parte social ya auguró el año pasado el temido cierre tras sufrir la plantilla un ERE por el que la empresa despidió a 71 trabajadores -tras un periodo de bajas voluntarias-. En ese proceso, el comité exigió a la compañía un plan industrial, que no entregó, y en el que parece que ha trabajado estos meses, sin obtener ninguna solución para estos 130 empleados. Fuentes de CCOO adelantaron que convocarán asambleas con la plantilla y que organizarán movilizaciones ante la medida adoptada por la multinacional, aunque no concretaron cuáles.
tres plantas en navarra Kyb cuenta con tres plantas en Navarra: KSS, la factoría de bombas hidráulicas de Orkoien; KAMS, el centro de componentes de automoción de Los Arcos; y Kybse, fabricante de amortiguadores en Ororbia. A diferencia de la situación de KSS, la semana pasada la mayoría del comité de Kybse anunció el preacuerdo de convenio alcanzado con la dirección, en el que se plasmaba “la apuesta de la plantilla por la creación de empleo, al dejar abierta a la empresa la posibilidad de no aplicar el incremento salarial mas allá del IPC, a cambio de instalar una nueva línea de montaje antes de 2021”.