madrid - Banco Santander comunicó ayer a los sindicatos su intención de recortar más de 3.700 empleos y suprimir 1.150 oficinas en el marco del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la entidad acometerá por las duplicidades en la red tras la adquisición de Banco Popular y para abordar los retos de la transformación digital. El banco, que tiene en Navarra 90 oficinas y 330 empleados, no ha detallado los términos concretos del ERE ni la repercusión que puede tener en la Comunidad Foral.

La reducción planteada por el banco afectará principalmente a la red comercial y a sus estructuras intermedias de apoyo, pero también a los servicios centrales en la medida en la que se reduzca la red a la que dan soporte.

Las fuentes sindicales señalaron que el proceso no se iniciará antes de que finalice la integración tecnológica entre Santander y Popular, prevista para el próximo mes de julio. Así, ven probable que el acuerdo se cierre entre mayo y junio para comenzar a ejecutarse después del verano.

mañana la tercera reunión Mañana se celebrará la tercera reunión negociadora, en la que la dirección del Santander presentará el informe técnico para dar a conocer las necesidades de reorganización con las que justifica esta reordenación.

Durante la primera reunión, que tuvo lugar la semana pasada, la dirección del banco trasladó que el procedimiento se articulará siguiendo el artículo 12 del convenio colectivo de banca, que recoge los criterios y procedimientos en procesos de reordenación a través de medidas de flexibilidad interna y acuerdos negociados con los sindicatos.

Durante el encuentro también se fijó la composición de la comisión representativa por parte de la representación de los trabajadores, en la que CCOO contará con cinco integrantes del total de trece.

El sindicato mayoritario considera que la cifra de puestos de trabajo que la dirección pretende suprimir está “sobredimensionada” y es “altamente preocupante”, a la vez que ha advertido del riesgo de exclusión financiera que puede provocar dicho cierre de oficinas.

Por ello, su primer objetivo será tratar de reducir las cifras planteadas por el banco. Además, CCOO exigirá en la negociación, que se abrió ayer, que el Santander renuncie a cualquier tipo de medidas de naturaleza traumática, primando la voluntariedad en las adscripciones con una dotación suficiente de recursos para ello.

Asimismo, insistirá en que no se planteen condiciones diferentes a las ya negociadas en el pasado en el centro corporativo o en servicios centrales y pedirá que se exploren posibles recolocaciones en el perímetro del grupo para “destruir el menor empleo posible” e invertir en la empleabilidad de la plantilla del banco para que afronte con éxito “los desafíos de la transformación digital”. La próxima reunión del banco con los sindicatos tendrá lugar mañana jueves. - E.P.