pamplona - Una década marcada por la crisis económica no ha alterado el mapa de los municipios más ricos y más pobres de Navarra, pero sí ha limado algunas diferencias. Ciizur (Menor), Urdax, Aranguren, la Cendea de Iza y el Valle de Egüés se mantienen en las cinco primeras posiciones, pese a haber visto cómo, por término medio, sus ingresos declarados se reducían casi un 10%, en el periodo 2008-2017. Por el contrario, los habitantes de los cinco más pobres siguen presentando unos ingresos medios muy bajos, de apenas 11.100 euros, pero al menos se han incrementado un 20%.

Esto no quiere decir exactamente que haya menos desigualdad. La brecha territorial sigue dividiendo a Navarra y, si bien el efecto del desempleo y el colchón de las pensiones han ayudado a moldear los números de estos años, resulta complicado medirla exclusivamente a partir de los datos que ofrece Hacienda de cada municipio a partir de las bases imponibles medias. Desde entonces se repite una constante. El cinturón dorado de Pamplona, un arco imaginario que arrancaría en el Valle de Egüés, pasaría por Gorraiz, seguiría en Aranguren, atravesaría Cizur y Zizur y terminaría en Zuasti (Cendea de Iza) concentraría los salarios y las pensiones más altas de la Comunidad Foral, con unos ingresos medios declarados en 2017 de algo más de 28.000 euros anuales.

Hace diez años, la media de los 23.000 declarantes de estos municipios sobrepasaba los 31.000 euros. Algunos municipios, como Cizur, han visto cómo los ingresos medios de sus ciudadanos se reducían en más de 4.100 euros, una caída que supera la de Cendea de Iza, con 5.800 euros menos. El descenso del 17% se encuentra entre los más agudos del periodo entre los 273 municipios analizados. De todos ellos, en 225 la base imponible media ya era superior a la de 2008.

pensiones que quitan Son caídas muy llamativas, que se repiten en los casos de Pamplona (-14%) y Burlada (-15%), y que no explican exclusivamente por el impacto de la crisis. El desempleo, es cierto, ha reducido los ingresos medios de miles de ciudadanos, y otros muchos miles han visto cómo sus salarios eran recortados. Pero en 2017 los daños causados por el paro ya se habían comenzado a corregir y, si bien los sueldos todavía no subían, otro factor comenzaba a dejarse sentir en los ingresos medios de los municipios más ricos: el envejecimiento de la población. Si hace diez años la Seguridad Social pagaba en Navarra algo menos de 72.000 pensiones de jubilación, en 2017 la nómina había crecido hasta las 88.000 pensiones. Y estas suponen, por término medio, el 80% del último salario que cobra un trabajador.

El caso de Pamplona es relevante en este sentido. La capital mantiene su población, pero hoy es una ciudad sensiblemente más envejecida que hace una década, donde 22 de cada 100 personas tiene ya más de 65 años. En 2008, eran 18 de cada 100, frente a un 19% y un 17% de media en Navarra. Es decir, la capital es más vieja y envejece a mayor velocidad que la media de la comunidad. Y también por ello los ingresos medios de sus ciudadanos se reducen en mayor medida.

pensiones que dan Pero, del mismo modo que el envejecimiento, combinado con el paro, con las rebajas salariales y los bajos ingresos que declaran miles de profesionales, ha contribuido a rebajar las bases imponibles de muchos ciudadanos, las pensiones también han servido para elevar las bases imponibles en muchas pequeñas localidades de Navarra. Pueblos escasamente habitados, donde la mitad o más de la población sobrepasa los 65 años y cuyos ingresos dependen en buena medida de unas pensiones de jubilación bajas. Allí, estas prestaciones se han convertido en un colchón que no solo ha amortiguado la crisis: Si hace diez años los habitantes de los 50 municipios más pobres de Navarra (entre ellos algunos de cierto tamaño como Falces, Cortes, Valtierra, Cadreita y Sartaguda) declaraban de media 12.182 euros, en 2017 llegaban ya a 14.140 euros.

Un crecimiento del 16%, que contrasta con las caídas o los crecimientos muy suaves que se registran en municipios mucho más jóvenes, donde los ingresos dependen en mayor medida del trabajo presente y donde la crisis impactó a muchos niveles. Corella, con 7.640 habitantes, es sin duda el ayuntamiento que en mayor medida pagó el estallido del sector constructor, con numerosas empresas hace una década en esta parte de navarra. Los ingresos medios de sus habitantes caen un 15%, desde los 18.581 hasta los 15.833 euros. Y cae 132 posiciones (del 69 al 207) en el ranking de los municipios ordenados por su riqueza. Un ejemplo vivo de los riesgos del monocultivo económico.

nuevas fábricas La década pasada no ha sido la mejor para el sector industrial, pero los datos del IRPF muestran también el impacto que algunas fábricas han tenido en el municipio en el que se encuentran instaladas. Quizá el caso más claro es el de Lumbier, donde Acciona inauguró en 2010 un planta de fabricación de palas eólicas que hoy da empleo a 300 personas, Inexistente hace una década, la nueva actividad ha dinamizado Lumbier, cuyo IRPF medio crece un 14% hasta los 19.000 euros, e incluso localidades del Valle de Lónguida (29% más), cercanas a Aoiz, donde la decadencia de algunas empresas ha sido compensada por el crecimiento de Gamesa. A menor escala y de nuevo con Acciona como parte de la explicación, el crecimiento se reproduce en Barasoain, cuya renta media crece un 8,57% y pasa del 17.720 a 19.239 euros.

La potencia industrial de Lakun-tza (20% de incremento en su IRPF medio), que se ha convertido en el principal núcleo fabril de Sakana gracias en parte a proveedoras del sector eólico, contrasta sin embargo con la atonía de la antes pujante Alsasua, que avanza apenas un 2% y que vivió años muy duros entre 2008 y 2013. Irurtzun, cuyas rentas mejoran un 8%, parece haber superado también el cierre de empresas emblemáticas como Inasa.

Mayores dificultades se atisban, sin embargo, en localidades del extremo norte de Navarra, cada vez más envejecidas y con una actividad económica que en algunos casos languidece. En Bera, la renta media se mantiene estancada; desciende casi un 5% en Doneztebe y solo crece de manera aun relevante en Lesaka (5%), donde Arcelor va reduciendo poco a poco plantilla, y con menor intensidad en Baztan (4%), uno de los territorios que mejor está aprovechando el tirón turístico.

La frontera y su riqueza

De Urdax a Valcarlos. La frontera suele ser sinónimo de comercio y actividad económica. Y lo saben bien en Urdax, que año tras año aparece entre las localidades de Navarra con mayor renta media, en buena medida gracias a la actividad de las ventas de Dantxarinea. De hecho, en la última década escala tres posiciones y se sitúa ya por detrás de Cizur, mostrando una mayor resistencia económica en los años más duros de la crisis. Una posición geográfica similar ocupa Luzaide-Valcarlos, con 264 contribuyentes que declaran de media ya 21.332 euros, casi 5.000 euros más que hace una década. Este incremento, superior al 35%, le sirve para escalar casi un centenar de posiciones y situarse ya entre las 40 localidades más prósperas de la Comunidad Foral. En su caso, un aspecto influye de manera decisiva: numerosos habitantes trabajan al otro lado de la muga, donde el impacto de la crisis resultó muy inferior. - D.N.

-14,7%

de 17.415 a 14.849 euros

Es una de las localidades de la comarca de Pamplona que peor evoluciona en la última década respecto a su renta media. No solo presenta una tasa de paro ligeramente superior a las de su entorno, también ha envejecido de forma sensible y su porcentaje de población que supera los 65 años ha pasado en este tiempo del 14% al 18%. En los últimos años solo ha crecido a través de Erripagaña.

18,2%

De 14.641 a 17.307 euros

Con un cierto desarrollo industrial en la zona de la mano de la agroalimentación, tanto Funes como Peralta, Falces, Miranda de Arga e incluso Marcilla presentan una evolución más positiva que la media de la zona en los últimos años. Funes, que cuenta con auxiliares de empresas más grandes, tiene una tasa de paro que apenas llega ya al 5,8%, inferior a la media.

11,4%

con 24.723 euros, en el ‘top 10’

Este valle es uno de los que mejor evolución presenta en la última década en cuanto a su nivel de renta. Olloki, donde se construyeron viviendas unifamiliares, tiene algo que ver en este incremento, al atraer a familias con cierto poder adquisitivo. También la presencia de actividad económica en los dos extremos, con Magna y Cinfa, como empresas más relevantes.

20%

Hasta 19.857 euros

Con algo más de 650 contribuyentes y 925 habitantes, Cáseda ha incrementado de manera significativa su renta media en la última década. Casi un 29,2% de su población tiene ya más de 65 años, frente al 28,2% de hace una década. En su término se ubica asimismo Viscofan, una de las empresas que mejor paga en Navarra y una garantía para el empleo de toda la zona.