Pamplona - Navarra crecerá este año un 2,7%, según las previsiones de Laboral Kutxa, que mantiene su estimación después de un verano de incertidumbres globales y de alguna certeza local. Así lo prevé Laboral Kutxa, que ayer presentó en Pamplona su informe económico anual y que prevé que la economía se desacelere de manera perceptible en los próximos trimestres, pero alcanzando un crecimiento del 2% incluso en 2020.

“Vemos muy difícil que una recesión afecte a Navarra”, explicó Joseba Madariaga, responsable del servicio de estudios de la cooperativa de crédito, que sí fue más pesimista a la hora de valorar las posibilidades de que la economía global entre en recesión a lo largo de los próximos trimestres. “Yo diría que hay un 40% de posibilidades de que esto suceda”, explicó Madariaga durante el coloquio que sostuvo tras la presentación del informe, junto a Javier Cortajarena, director de Laboral Kutxa en Navarra y Manu Ayerdi, consejero de Desarrollo Económico. Madariaga se refería así a los datos, cada vez peores, que se han ido amontonando a lo largo del verano, con un deterioro muy claro de las expectativas y el nivel de confianza que muestran los empresarios.

Pese a ello, la posición de la economía navarra muestra todavía unas muestras de fortaleza envidiables. “La producción de coches está creciendo un 20% y los datos del sector servicios son buenos”, destacó Madariaga, quien recuerda en su informe que la economía cumple ya 23 trimestres consecutivos de crecimiento y que se preguntaba hasta qué punto el sector servicios va a ser capaz de compensar la desaceleración industrial, menos acusada en cualquier caso que en el conjunto de España. “El comportamiento de las exportaciones está siendo bueno, si bien se desaceleran algo más las que tienen como destino la Unión Europea”, donde se concentran por otra parte algunos de los principales riesgos.

“Desde 2018 estamos asistiendo a un choque entre elementos políticos y económicos”. Y los primeros, entre los que citó al brexit, la agitación en Italia y, sobre todo, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, “están afectando de forma negativa”, señaló Madariaga, quien incidió en que, a partir de agosto, los datos han sido peores. “Entendemos que la guerra comercial le está costando un 0,5% a las economías de China y Estados Unidos, pero hay efectos indirectos que se notan en la confianza empresarial y en las inversiones”.

Lo está sintiendo especialmente Alemania. La primera economía europea “se encuentra al borde de la recesión” después de contraerse una décima en el segundo trimestre del año y ver cómo su producción industrial acumula ya seis meses de caídas. “El año pasado nos equivocamos -dijo Madariaga-, pensábamos que su industria de automoción remontaría, pero no ha sido así. En el primer trimestre su producción bajó un 10% y en el segundo, un 13%”. Un perfil más estable muestra Francia y un problema ya endémico de crecimiento Italia, que asume el 10% de las exportaciones navarras.

Ante todo ello Madariaga anticipó un periodo relativamente largo de tipos de interés bajos o incluso en negativo, algo en lo que coincidía con Javier Cortajarena, que destacaba la fortaleza de la entidad financiera, pero reconocía el modo en que esta política de tipos bajos estrecha los márgenes. Madariaga reconoció además que estas políticas están agotando sus efectos y consideró que sería positivo que aquellos países con margen presupuestario, como es el caso de Alemania, adoptasen algún plan expansivo. “Lo contrario, una política de ajustes, creemos que sería una mala noticia, la verdad es que no lo esperamos. Pero también es cierto que hay que saber gastar”, recalcó.

23

trimestres creciendo

Desde 2014, Navarra ha encadenado 23 trimestres consecutivos de crecimiento, con aumentos muy importantes, “por encima del 3%”, ayudados en parte por los vientos favorables de un petróleo barato de una política monetaria especialmente laxa durante muchos años.

Los servicios, nuevo soporte

Consumo y turismo. Más del 30% del PIB navarro es puramente industrial. Y un frenazo en este sector suele generar un efecto en cadena, con numerosos servicios asociados a la actividad manufacturera, que genera en Navarra cerca de 70.000 empleos. Los servicios, sin embargo, suponen más del 55% del PIB y, en su heterogeneidad, muestran un comportamiento especialmente dinámico. Así, “pese a que las matriculaciones y la construcción, que representan las dos grandes inversiones de las familias -dijo Madariaga- se encuentran las primeras en negativo y la segunda con síntomas de enfriamiento”, otros datos son mucho mejores. El gasto en las grandes superficies, por ejemplo, crece a buen ritmo, al igual que el consumo en sectores como la hostelería. Y también ha firmado un gran verano el sector turístico, con la ocupación hotelera avanzando tanto en julio como en agosto, con un crecimiento superior al 4% en el último mes del que se han publicado datos. - D.N.