pamplona - La multinacional ZF ha decidido escindir la fábrica de TRW en Landaben del resto de plantas que formaban parte de la sociedad limitada. Hasta el momento, las factorías de ZF que operan en el país estaban integradas en TRW Automotive España SLU: Landaben, Egüés, Mutilva, Corella, Ólvega, Alfaro y Madrid, además de Eurofren Systems, encargada de comercializar toda la producción. Pero desde este mes, todas las fábricas, excepto la de Landaben, pasarán a denominarse ZF Aftermarket Ibérica, sociedad creada el 26 de junio de este año. De esta forma, la planta de Landaben, con unos 550 empleados, es la única que continúa como TRW Automotive España SLU.

La multinacional informó en junio de que ZF Aftermarket Ibérica iba a incorporar las actividades de fabricación y venta de recambios de automóviles y accesorios y que TRW Automotive España se iba a quedar con la producción de componentes y sistemas de dirección, para de esta forma “lograr una gestión más eficiente de cada una de las unidades de negocio”. Además, ZF insistió en que esta escisión no afectaba “a las condiciones de empleo de los trabajadores ni a las actividades empresariales llevadas a cabo en España”.

La nueva sociedad ZF Aftermarket Ibérica adquiere 125 millones de activos pero solo 40 millones de deuda, con lo que obtiene un patrimonio neto de 85 millones a cambio de nada, mientras que la planta de Landaben se queda solo con 40 millones de patrimonio. A partir de 2019 la planta de TRW en Landaben empezará a presentar sus propias cuentas, independiente de la sociedad ZF Aftermarket Ibérica.

qué consecuencias puede tener En 2016, TRW Automotive España presentó un ERE para despedir a 250 trabajadores de la factoría de Landaben. Tras el mes de negociación, el expediente concluyó sin acuerdo y la dirección de manera unilateral redujo las extinciones a 123. El comité recurrió el ERE y el Tribunal Superior de Justicia de Navarra declaró “no ajustado a derecho” el ERE por considerar que la multinacional no justificó las causas económicas, productivas y organizativas de la medida. ZF TRW indicó en el juicio que si la planta de Landaben no estuviera incluida dentro de la multinacional, habría entrado en concurso de acreedores, pero la sentencia desmontó este razonamiento al destacar que “cuando se esgrima una causa económica, deberá probarse su concurrencia en la empresa en su totalidad, sin que quepa reducir dicho ámbito a alguno de sus centros, departamentos, divisiones, secciones o unidades productivas autónomas”.

Sin embargo, tras la escisión realizada ahora, el argumento de la sentencia quedaría invalidado para la factoría de Landaben porque ha pasado a ser una empresa en sí misma, TRW Automotive España.

CGT ha repartido una hoja sindical esta semana a la plantilla en la que ha advertido de que la fábrica de Pamplona “comenzará 2020 totalmente aislada del resto del grupo, con una reducción drástica de su solvencia, con un aumento de su endeudamiento y con un año entero de pérdidas”. Este sindicato insiste en que “tras dos años de pérdidas, la ley vigente permitirá a ZF presentar un ERE de extinción o el cierre de la planta. Así por ejemplo, con un patrimonio neto de 40 millones desde el 1 de octubre y si se generarían pérdidas de entre 12-15 millones al año, en tres ejercicios esta empresa entraría en bancarrota”.

CGT advierte de que esta decisión puede provocar despidos o, incluso, el cierre de la planta. El sindicato destaca en su hoja sindical a la plantilla que “todos los pasos de la multinacional indican una intención clara de dejar a la planta de Landaben en una posición crítica, con una deslocalización o con despidos”.

Acción sindical. CGT aboga por la “acción sindical” de todos los miembros del comité, 4 CCOO, 4 UGT, 4 ELA, 3 LAB, 1 ESK y otro de este sindicato, para evitar un posible cierre.

Negociar convenio. Deben empezar a negociar en 2020.