Madrid - El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, descartó ayer que la zona euro “esté abocada” a una recesión, aunque reconoció que hay riesgos que pueden provocar una reducción del crecimiento que lo sitúe por debajo de su potencial “durante un periodo dilatado”.

Esto exige una combinación de políticas económicas, como reformas estructurales, una política fiscal “agregada”, y la culminación de la unión bancaria y del mercado de capitales, dijo De Guindos, que insistió en que la política monetaria no puede ser el único instrumento para estabilizar la economía y favorecer el crecimiento.

De Guindos se expresó así durante la inauguración del X Encuentro del Sector Financiero, organizado por KPMG, en el que se mostró convencido de que con una combinación de políticas, el crecimiento potencial de la zona euro podría mejorar a medio y largo plazo.

También recordó las proyecciones económicas del BCE para la zona euro durante 2019 y 2020, que se situarán por encima del 1%, un crecimiento moderado con “riesgos a la baja” como las tensiones comerciales, o el brexit, que en este último caso, no obstante, sigue generando una incertidumbre “enorme”.

“No me atrevo a decir que pasará”, advirtió De Guindos, quien, asimismo, reconoció que la inflación de la zona euro podría caer en los próximos meses por debajo del 1%.

En su intervención, advirtió de algunos riesgos que pueden afectar a la estabilidad financiera como la baja rentabilidad de la banca, que, en su opinión, responde a razones estructurales.

El tercer riesgo que puede afectar a la estabilidad financiera, dijo De Guindos, es la situación del sector financiero no bancario; el sector de gestión de activos y fondos de inversión. - Efe