Las organizaciones sindicales y sociales de la Carta de los Derechos Sociales de Euskal Herria, entre las que se encuentran los sindicatos ELA y LAB, han convocado una huelga general que tendrá lugar en una fecha aún sin determinar de la segunda quincena de enero. En un manifiesto leído en euskera y castellano en conferencia de prensa, estas entidades aseguran que en este momento es necesario “dar un salto en la lucha en favor de unas condiciones de trabajo, unas pensiones y una vida dignas”.

Con el objetivo de “poner freno a la precarización de las condiciones de trabajo y de vida, profundizada en las últimas décadas con la excusa de la crisis”, estas organizaciones han decidido poner en marcha una “dinámica movilizadora” que culminará con una huelga general en el País Vasco y Navarra en enero. Antes, el 16 de noviembre, habrá movilizaciones de colectivos de pensionistas en las cuatro capitales de la CAV y Navarra y para diciembre están previstas nuevas movilizaciones en defensa del empleo, las pensiones y las condiciones de vida.

La secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, denunció que las reformas laborales y de pensiones “han dado mayor poder a la patronal en detrimento de la clase trabajadora”, una situación a la que se sumó la crisis económica y la extensión de las políticas neoliberales.

En Navarra, dijo, “tampoco ha habido voluntad para hacer otro tipo de políticas” y en este sentido afirmó que el que la presidenta María Chivite hable de empleo de calidad es un “ejercicio de cinismo” si los socialistas no revierten las reformas laborales, que han tenido “consecuencias nefastas para la clase trabajadora”.

Tras denunciar problemas como la precarización del empleo o unos servicios públicos “mercantilizados”, Aranburu aseguró que se está buscando la “desactivación social”, pero ése “no es el caso de los trabajadores de Euskal Herria”, que se siguen movilizando “en contra de un modelo que es impuesto y aumenta las desigualdades sociales”.

Aranburu explicó que, por estos motivos, el objetivo de la huelga general es “poner freno” a la patronal en sus pretensiones y exigir al Gobierno que aplique otras políticas, además de transmitir un “mensaje claro a quienes preparan” nuevas reformas laborales.

El secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, comentó por su parte que esta huelga general se convoca en un momento en el que hay un empeoramiento del mercado de trabajo y un “ataque permanente” a los derechos sociales, dos realidades a las que “se dan respuestas y luchas diversas que merecen nuestra atención y apoyo”.

Lakuntza, quien aseveró que esas respuestas del mundo de los pensionistas, el feminismo, el ecologismo y el sindicalismo es una “buena noticia”, subrayó que “las reivindicaciones que no salen a la calle difícilmente van a estar encima de la mesa” de negociación con patronal y sindicatos.

La huelga general, añadió, se convoca porque “no nos dejan otra opción”, ya que “en ninguna mesa a la que nos convocan se habla de estos temas”. Las mesas de diálogo social, consideró, “no son mas que para figurar y para repartirse el dinero entre los que están” en ellas. En definitiva, concluyó, la huelga general quiere transmitir un mensaje “a aquellos que nos quieren ver quietos y en silencio”. - D.N.