pamplona - Unas mil empresas presentan planes de trabajo para eliminar amianto cada año en España, según la Comisión Nacional de Seguridad y Salud. Pero, el Registro de Empresas con Riesgo por Amianto (RERA) contabiliza 5.000 compañías capacitadas para desarrollar estos procesos. "Resulta extraño, pero muchas organizaciones hacen muy pocos trabajos, igual uno cada dos o tres años o ninguno", cuenta Gonzalo Zufía Álvarez, presidente de la Asociación de Empresas de Desamiantado, que asistió a una jornada del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra.

Zufía contabiliza entre 3.000 y 4.000 materiales con amianto. "A pesar del volumen, la sociedad se centra en dos, en aquellos que se ven, como la uralita en los tejados y las tuberías de fibrocemento", destaca. Zufía cita varios ejemplos de materiales que contienen este mineral detectados en lugares como los que aparecen en las fotografías de esta información: jardineras en colegios, suelos de vinilo en residencias, objetos de laboratorios, depósitos de agua o juntas de un quemador de caldera, etc. En una nota, el Gobierno de Navarra indica que si los materiales con amianto están intactos conviene no retirarlos, a no ser que se adopten las medidas adecuadas para ello, porque su eliminación debe ser realizada por personal de empresas del RERA.

Las propiedades que posee este mineral (resistencia mecánica, incombustibilidad o aguante al ataque químico) y su elevado interés constructivo e industrial explica su amplio uso entre los años 50 del siglo XX y hasta su prohibición en España en 2002. La vida útil del fribrocemento está estimada entre los 30 y los 50 años, por lo que urge intervenir sobre los materiales con amianto, ya que para "2020 el 65% de los materiales instalados habrá agotado la vida útil, en 2030 lo habrá hecho el 87%, y en 2040, el 100%", recuerda el Gobierno. "El plan director recoge propuestas de actuación para eliminar de manera segura el amianto, para identificar y valorar el material y para evaluar los riesgos laborales y así garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores aplicando criterios técnicos y legales para la retirada y la gestión segura de los residuos", aclara el Ejecutivo.

El amianto o asbesto se designa a un conjunto de silicatos de magnesio, fibrosos, sustancias de origen mineral y composición química variable, cuya rotura o trituración libera fibras con efectos negativos sobre la salud. Es precisamente el hecho de que producen liberación de fibras lo que provoca un riesgo que no existe si el material no se manipula. "La presencia de materiales con amianto no implica necesariamente riesgo, ya que solo su inadecuada manipulación, degradación y consecuente dispersión de fibras puede generarlo", concluye.