pamplona - El mercado laboral navarro cerró 2019 en suave desaceleración y envuelto en una paradoja notable: crea empleo a un ritmo todavía alto (7.210 nuevos afiliados a la Seguridad Social), pero no logra evitar ya que aumente el desempleo (356 personas más), por primera vez desde el año 2012.

“El balance resulta contradictorio”, explicó ayer la consejera de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra, Carmen Maeztu, quien apuntó a un probable incremento de la población activa -personas que llegan a Navarra o que inician una búsqueda de empleo- como causa principal de este comportamiento dispar. Durante 2019, la foral fue, al mismo tiempo, la tercera comunidad que a mayor velocidad creó empleo, solo por detrás de Madrid y Murcia, y, por el contrario, una de las cinco comunidades en la que en las que aumentó el desempleo. Las otras cuatro fueron Canarias, Baleares, Castilla-La Mancha y Madrid.

Este último dato puede ayudar a explicar la paradoja de un mercado que crea empleo y donde al mismo tiempo sube el paro. La comunidad capitalina se ha convertido en el primer foco económico del país, crea empleo a mayor velocidad que nadie y, por tanto, atrae a un número elevado y creciente de personas en busca de empleo, con lo que aumenta su población activa, frenando así el descenso del desempleo.

Algo similar, aunque con cifras mucho más modestas y sus propias peculiaridades podría estar sucediendo también en Navarra, donde el crecimiento anual del paro es superior en términos relativos y especialmente intenso (más de un 6%) entre las personas extranjeras. Los 400 nuevos desempleados sin nacionalidad española parecen apuntar a un flujo creciente de emigración en busca de nuevas oportunidades de empleo. De hecho, Navarra cerró el año con 289.851 afiliados a la Seguridad Social, la cifra más alta en este mes, y que se traduce en un crecimiento del 2,55% respecto al año pasado. Un aumento que supera en medio punto la media española y que habla del dinamismo de la economía navarra en un año que, en término de crecimiento, se ha ido desinflando. Y que terminó con un pobre último mes.

Diciembre, recordó además la consejera, suele ser “un mes adverso” para el empleo en Navarra. Entre las razones de ello, Maeztu citó el menor peso del sector servicios, en comparación con el conjunto del Estado, “que hace que la campaña navideña tenga una menor repercusión”. También la menor demanda en la industria de alimentación y el menor dinamismo de las actividades relacionadas con el empleo entre las que se incluyen las Empresas de Trabajo Temporal, ligado al posible efecto de la ligera desaceleración económica. “Sea como fuere, lo cierto es que todo aumento del desempleo resulta negativo y así se debe valorar”, admitió.

Según la consejera, “además del incremento del desempleo, es preciso señalar otros problemas como la importante brecha de género, y un incremento del desempleo entre los más jóvenes y los más mayores”. “Es también preocupante el estancamiento en cuanto al número de contratos indefinidos y el incremento de la contratación temporal más precaria y de jornadas parciales no deseadas”, señaló. Maeztu manifestó así que “con estos datos, la prioridad es la aprobación lo antes posible del Plan de Empleo con el máximo consenso posible de los agentes económicos y sociales y que incida en la necesidad de generar empleo y de calidad”. Expuso así que la próxima semana se reunirá la comisión permanente y que la última semana de enero lo hará el pleno del Consejo de Diálogo Social, “avanzando con los agentes en la definición del esquema de trabajo que tendrá el nuevo Plan de Empleo”, que debería estar listo para junio.

Uno de los aspectos que deberá abordar este plan es la brecha de sexo. Porque el paro, recordaban ayer desde CCOO “sigue siendo mayoritariamente femenino” y afecta ya a 19.003 mujeres, seis de cada diez desempleados, por lo que “urge poner en marcha estrategias que garanticen la igualdad real en el empleo de las mujeres”. También sigue sin resolverse la temporalidad, tal y como denunciaba ayer UGT, quien la calificaba de “abrumadora”, al recordar que el 94% de los contratos suscritos en diciembre eran temporales.” La precarización del empleo continúa imparable”, señalaba.

6,4%

contratos fijos. En cuanto a la contratación, el Servicio Navarro de Empleo registró durante el pasado mes 27.975 contratos. Esta cifra supone un descenso de 3.307 contratos respecto al mes anterior (un -10,6%). Sin embargo, respecto al mismo mes de 2019 se produce un aumento de la contratación del 6,5%, lo que supone 1.715 contratos más.

En términos anuales acumulados (enero-diciembre), se ha producido un crecimiento de la contratación del 3,6% respecto a 2018. Así, en 2019 el número de contratos registrados en Navarra ha sido de 398.817, una cifra histórica de contratación. Respecto a su tipología, el peso de la contratación indefinida se ha situado en 2019 (media anual) en el 6,4% y por tanto el restante 93,6% han sido contratos temporales.

El paro, por comarcas. En cuanto a la variación anual, se ha dado un descenso del paro registrado en la agencia de Alsasua de un -8,8%. Por su parte, en Pamplona el registro del paro se ha mantenido similar (0,0%), mientras que ha crecido en Santesteban (0,7%), Tudela (2,0%), Tafalla (3,4%), Lodosa (4,1%), Aoiz (6,1%) y Estella (7,2%)..

Por edades. En términos anuales, el desempleo se reduce en los intervalos de edad intermedios. Un -0,6% en el caso de las personas de entre 35 y 44 años y un -1,4% en el de aquellas de 45 a 54 años. Por el contrario, aumenta en el intervalo de menos de 25 años (un 4,8%), también se incrementa el número de personas desempleadas de 25 a 34 años (en este caso un 2,4%), así como el de las personas paradas registradas de 55 y más años (un 3,0%).

Por nacionalidad. Por otra parte, según la nacionalidad, el 20% de las personas desempleadas en diciembre (6.644) tiene nacionalidad extranjera. En cuanto a las variaciones anuales, el desempleo desciende un 0,2% (44 personas) en de la población con nacionalidad española y crece un 6,4% (400 personas) en la de nacionalidad extranjera.

Larga duración. En lo que se refiere al desempleo de larga duración (un año o más en situación de desempleo continuado), al cierre de 2019 se encontraban en esta situación el 33,7% de las personas desempleadas. Se trata exactamente de 11.183 personas, de las cuales un 64,5% son mayores de 45 años (7.212) y un 40,4% son mayores de 55 años (4.523 personas). Como dato positivo hay que destacar que el paro de larga duración ha descendido en un año un -7,5% (906 personas).