- Cada semana de cierre total de la economía le cuesta a Navarra alrededor de 200 millones de euros. Una factura que se dejará sentir en forma de riqueza perdida y, sobre todo de empleo, durante los próximos meses. Nadie prevé un regreso rápido a la actividad, que a partir del próximo martes 14 subirá apenas un tono su intensidad.

Con el levantamiento de la restricción total de actividades y tras el parón de Semana Santa, algunas empresas ya han comenzado a llamar a sus trabajadores para reincorporarse el martes 14. Se trata sobre todo de compañías del sector de la construcción, que han comunicado ya a sus clientes que vuelven a funcionar y de algunas pequeñas industrias muy centradas en las exportaciones que se habían visto obligadas a parar: otras mantenían un funcionamiento bajo mínimos, el imprescindible para cumplir con sus compromisos de exportación.

Entre las que regresan, se encuentran por ejemplo la antigua Inepsa, una de las que más tardó en parar y que volverá apenas a una tercera parte de su capacidad. KSS de Orkoien quiere regresar cuanto antes. Zucami, que fabrica jaulas para pollos para exportación, también ha comunicado a sus empleados el regreso a la actividad.

Las fabricas más grandes tardarán más en volver. Es el caso, por ejemplo, de Kybse, que fue una de las últimas en parar y que como mínimo seguirá sin trabajar hasta el 20. PSA Francia, uno de sus clientes, quiere comenzar ese día. El regreso se prevé además gradual. “Hay que ver cuántos coches se venden a partir de mayo”, señalaban desde el comité. Tampoco se espera el regreso inminente de BSH, que tienen previstas reuniones entre los delegados de prevención y los directivos para definir las medidas de seguridad con las que se volverá a trabajar. Uno de sus proveedores, Tasubinsa, les ha comunicado que estará en condiciones de regresar a la producción a partir del 27 o 28 de abril, con lo que el regreso debería darse también en esa fecha.