- Las obras de remodelación del estadio de El Sadar se retomaron este lunes después del parón obligatorio durante dos semana como medida de contención para evitar la propagación de la pandemia del coronavirus COVID-19 y dentro del paquete de acciones decretado por el Gobierno.

Los trabajos en El Sadar se habían desarrollado con normalidad hasta el último fin de semana de marzo, fecha en la que un nuevo decreto impuso la paralización de todas las actividades no esenciales.

La constructora VDR volvió ayer a la actividad y las obras van a intentar tomar la velocidad habitual tras los días de ralentización obligada. Ayer, festivo en el calendario laboral de Navarra, regresaron a la actividad 45 operarios, poco más de la mitad de los desarrollan las labores en el estadio -normalmente hay entre 75 y 80 trabajadores en la obra-. Los trabajadores que acudieron a El Sadar recibieron los correspondientes EPI, equipos que también se distribuirán al resto de la plantilla que se incorpora a la actividad.

“Hoy (por ayer) ha sido el primer día después de todos éstos de parón, y de lo que se trata ahora es de ir cogiendo ritmo”, explicaba Héctor Morales, director técnico de VDR Construcciones. “Ha sido una jornada de vuelta con la mitad de los trabajadores, mañana (por hoy) se incorpora el resto y vamos a continuar avanzando a pesar de esta demora”.

Los trabajos que se vienen desarrollando afectan a zonas exteriores del estadio y a ellas se van a aplicar, toda vez que el último decreto del Gobierno prohíbe que se realicen trabajos de obra interior junto a otros espacios con usuarios. “No nos afectan estas medidas porque nosotros estamos trabajando en obra abierta”, explica. “En otras zonas del estadio”.

Las obras se han reiniciado tras este obligado intermedio y el día 24 de octubre de 2020, fecha del centenario del club, continúa siendo uno de los objetivos principales de estos trabajos, porque es la jornada emblemática de este año. “Con todo lo que está ocurriendo, estamos teniendo más dificultades, pero nuestra intención en todo momento y con todos los problemas sigue siendo la misma, cumplir con lo que se nos ha pedido. Por eso en un día como hoy (por ayer, festivo en Navarra) hemos vuelto al trabajo”.

La retirada de la cubierta es el trabajo -quizás el más llamativo para los aficionados- que les espera en los próximos días, lo que va a enseñar un campo con otro aspecto. “El Sadar es ahora mismo un estadio con una apariencia distinta, se han colocado ya las estructuras que mantendrán a la futura cubierta y a simple vista ya tiene un aspecto distinto”, explica Morales. “Para finales de abril tenemos que desmontar la cubierta actual, porque mantenemos los planes”.

VDR Construcciones no sólo está a la expectativa con las medidas relacionadas directamente con el estado de alarma, sino también con las derivadas al ámbito del fútbol, como el regreso de la competición, y el retorno de ella con público o sin él -ésta es la circunstancia que parece que se va a imponer-. “Es otra de las cosas a las que estamos atentos. Que desmontemos las cubiertas no iba a afectar a la competición o a que haya público o no. Si no lo hay, recuperaremos parte del tiempo perdido”.

Aunque la profesionalidad y buena voluntad puede toparse con imponderables que vienen dictados por las circunstancias del propio sector, en donde las empresas de suministros de material se pueden ver afectadas por la falta de actividad y de ahí puede darse un efecto dominó. “Nosotros dependemos también de esto. Por ejemplo, la empresa que suministra acero para las cubiertas es de Luxemburgo y si hay problemas en ella, nos afecta a nosotros, como a otras obras del mismo tipo. Esto es la globalización”. A pesar de todas estas piedras por el camino, no cabe duda de que el aficionado tendrá un estadio remozado tras la pandemia. El centenario de Osasuna va a ser inolvidable.