- Navarra recibió el año pasado 125,1 millones de euros de inversión extranjera, una cifra que se sitúa claramente por debajo de la del año anterior, pero que supera la media de los últimos años si se eliminan acontecimientos especiales, como la operación entre Nordex y Acciona, que distorsiona los datos de 2016. Este indicador mide no solo la inversión directa o productiva (casi siempre una gran noticia), sino la venta de empresas a capital extranjero, algo que se suele traducir en un alejamiento de los centros de decisión e innovación.

Los datos del Ministerio de Industria muestran que Francia, el segundo socio comercial de Navarra y un inversor tradicional en la Comunidad Foral, tuvo un papel especialmente relevante en el flujo inversor durante el año pasado. Empresas del país vecino invirtieron algo más de 85,6 millones en el sector de componentes de automoción, según se desprende de la estadística del Ministerio de Industria, que no revela en cualquier caso si esta cantidad obedece a una o varias operaciones diferentes. Francia, que se ha fijado como objetivo recuperar buena parte de su producción automovilística, ha invertido más de 410 millones de euros en Navarra desde 2005.

La entrada de dinero desde Francia es solo un ejemplo de la dependencia de Navarra del mercado europeo. Tanto en lo que se refiere a su mercado de bienes y servicios como a los movimientos de capital. La mayor parte (más del 90%) del dinero que entra en Navarra lo hace procedente de un país europeo. Alemania es uno de ellos, si bien buena parte de sus empresas opera desde países con unos tributos menos rigurosos, como Países Bajos y Luxemburgo, calificados en algunos casos como verdaderos paraísos fiscales. En 2018, por ejemplo, más de 120 millones de euros entraron en la Comunidad Foral procedentes de una sociedad con sede en Luxemburgo para adquirir Planasa, firma especializada en las semillas de frutos rojos. En esta ocasión no aparece Luxemburgo, pero sí Países Bajos, con cerca de cuatro millones de euros y cuarto inversor total.

El año pasado no se registraron operaciones similares con este origen, e Italia se situó como el segundo país inversor, con algo más de 16,1 millones de euros en el sector de la industria de las piezas metálicas. Una sociedad con domicilio en Canadá, un país con escasa vinculación económica con Navarra, invirtió cerca de nueve millones de euros en el sector inmobiliario.

Aunque la estadística refleja que Madrid concentra casi dos terceras partes de la inversión total que entra en España (muy por delante de Catalunya), con más de 13.000 millones de euros en la comunidad capitalina, Navarra registra muchos años volúmenes de inversión superiores al que le correspondería por tamaño. Con una economía muy abierta y con más de 120 multinacionales operando, más del 40% del valor de la producción de la Comunidad Foral se corresponde con filiales de empresas extranjeras. Una fragilidad ya histórica en el sector de la automoción y que en los últimos años se ha trasladado a actividades como las renovables, con la adquisición de Gamesa por parte del gigante alemán Siemens.