- Como si hubiese durado 30 años, la última década ha bastado para transformar muchas cosas. Incluido el modo en que compramos y nos alimentamos. Hoy, los navarros seguimos siendo los que más gastamos en comer y beber dentro y fuera de casa -consumimos bastante, y sobre todo pagamos más que otros-, pero lo hacemos de un modo muy diferente. Desde 2009, hemos reducido más de un 12% nuestro consumo de carne y pescado, y hemos disparado en casi un 35% el de verduras y hortalizas. Somos, en suma, menos carnívoros y más herbívoros.

Un cambio de raíces profundas que retrata a una sociedad más preocupada por su salud, pero también más envejecida, cuyo crecimiento poblacional se estancó en con la crisis de 2008 y que solo comenzó a remontar a partir de 2016, cuando la recuperación económica pareció asentarse. Todo ha cambiado desde marzo, en un paréntesis de congelación económica cuya extensión se desconoce, pero las tendencias de fondo de la sociedad permanecen y se aprecian en los datos que publican periódicamente el Instituto Nacional de Estadística y el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación.

El informe anual de consumo alimentario de los hogares es el que proporciona la información más detallada respecto a qué comemos y bebemos. Y basta cotejar los datos de 2009 con los de 2019 para ver que hace una década los navarros consumían 52,19 kilogramos de carne al año, de los que 40,05 se correspondían con carne fresca. Diez años más tarde, estas cantidades han caído hasta los 45,87 y los 35,89 kilogramos respectivamente. Pero no todos los tipos de carne se han comportado igual en este tiempo. El descenso en el consumo de pollo es muy leve, mientras que el consumo de vacuno desciende cerca de un 20% y cae todavía en mayor medida, hasta menos de la mitad el consumo de carne de cordero. Y todo ello pese a que en 2019 se produjo una sensible recuperación que cortó años de caídas ininterrumpidas.

Con un consumo ya de por sí mucho más reducido que la carne, casi un 60% menos, el pescado fresco también representa sensibles descensos en la última década. De los 28,09 kilos por persona y año, hemos pasado a solo 21,10 kilos , por debajo no solo de toda la cornisa cantábrica, desde Galicia hasta Euskadi, sino también de La Rioja, Castilla y León, Aragón y Catalunya.

La cara opuesta es el consumo de frutas, hortalizas y verduras, que vive uno de sus mejores momentos de la historia. Con 69 kilos de verdura por persona y año, un 35% más que en 2009, los hogares navarros hacen honor a su huerta y se sitúan solo por detrás de Aragón en el listado de comunidades autónomas. El consumo de tomates y pimientos, por ejemplo, ha crecido más de un 60% en este tiempo, y crecen también de forma importante el de cebollas, en torno a un 30%, y el de nuevas variedades, como el brócoli. Productos tradicionales como el espárrago también crecen.

Esta evolución se refleja también en el gasto alimentario, que crece un 10% en la última década, hasta los 1.257 millones de euros, según la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE, y que sitúa a los navarros como los hogares que más gastan en alimentarse en casa. Y también en comer y beber fuera de ella, en bares y restaurantes, superando a la Comunidad Autónoma Vasca.

Hostelería, del récord a la clausura. La hostelería ha sido uno de los sectores protagonistas de la recuperación económica de los últimos años. Y, desde marzo, afronta una caída en su actividad sin precedentes. Tras el hundimiento de 2009 y un lustro estancada, el gasto no comenzó a recuperarse hasta 2014, con crecimientos muy importante que le llevaron en 2017 a superar los 1.000 millones de gasto familiar. Su peso en el empleo ha crecido -crecía el doble que la media hasta el coronavirus- y es testigo de primera mano de algunos de los cambios en los hábitos ciudadanos. Las comidas han sustituido a las cenas como el principal foco de actividad; las mañanas y las tardes ganan peso ante la noche. Y la cerveza ha seguido robando adeptos al vino. En diez años pàsa de 12,95 litros por persona y año a 14,44. El vino, por el contrario, sigue bajando desde 6,92 litros a 5,88.

-11%

Otro de los productos tradicionales que ha ido perdiendo popularidad en los últimos años es el pan. El gasto medio por hogar pasa de 818 euros a unos 728, lo que añade una caída del 11% en el gasto.

-48%

La digitalización ha contribuido a desplomar el gasto de los hogares navarros en libros, que pasa de los 189 a 97 euros, una reducción del 48,6%. En una proporción similar desciende el gasto de las familias en prensa, otro sector que afronta su digitalización sin haber desarrollado todavía un sistema general de suscripciones on line.

40%

El gasto de las familias en suministros eléctricos ha crecido de manera sustancial en la última década, con un aumento del 40%. De 523 a 732 euros por hogar.

12%

Uno de los sectores en los que no se ha recuperado el gasto medio es el de la ropa. Cae un 12% en la última década, como consecuencia también de la enorme competencia y crecimiento de tiendas baratas.

-22%

El gasto en servicios culturales ha sufrido en la última década como consecuencia de distintos factores, que van desde el cambio de hábitos hasta la consolidación de la oferta digital de ocio a precios asumibles.

22%

Por el contrario, las experiencias vinculadas al ocio y a la actividad deportiva confirman su tendencia al alza. El gasto de los hogares pasa de 293 a 358 euros anuales.

30%

El envejecimiento de la población y la mayor preocupación por la salud se refleja también en el incremento del gasto de los hogares en las farmacias, que pasa de 172 a 229 euros en Navarra en una década. Un incremento del 30% que también se aprecia en el gasto en productos paramédicos.