- Nunca hasta el momento tanta gente había trabajado en el sector público de Navarra. Pero tampoco nunca como ahora, los índices de temporalidad habían sido tal elevados. Según las Cuentas Generales de Navarra, presentadas esta misma semana por la Cámara de Comptos, la plantilla de la Administración Pública ha perdido 2.576 empleos fijos entre 2015 y 2019.

Comptos obtiene este dato después de restar el número de bajas de personal fijo (3.483 sin contar aquellos que mantiene reserva de puesto), del número de altas en el mismo periodo (907). Una merma que se reproduce en las principales áreas de la administración (Salud, Educación y Núcleo) y que, de forma paulatina aunque más matizada, va elevando el grado de temporal del personal que se encuentra efectivamente trabajando a final de cada año. A finales de 2019, prácticamente había tantos temporales (14.881) como fijos (15.065), por lo que por primera vez en la historia se alcanza una temporalidad de prácticamente el 50%.

La valoración que realiza Comptos en su informe es breve, de apenas un párrafo, pero demoledora. "Tal y como viene reiterando esta Cámara en sus informes, el número de personas fijas ha descendido, las bajas definitivas no se están cubriendo en su totalidad, las necesidades estructurales y permanentes se están ocupando con personal temporal y el número de vacantes ha aumentado; esto ha motivado que, ante la necesidad de seguir prestando los servicios al ciudadano, se haya incrementado la temporalidad en el empleo alcanzando un índice excesivo y preocupante".

El impacto de la epidemia en todos estos datos que todavía por evaluar -se podrá intuir al menos parcialmente en las Cuentas Generales que se presenten el año que viene-, pero las cifras de 2019 ya situaba al Servicio Navarro de Salud-Osasunbudea como el área de mayor temporalidad en la administración. Alcanza nada menos que el 60%, tras crecer cinco puntos solo en los tres últimos años y supera con claridad a Educación, donde ronda ya el 48% y a la Administración Núcleo, en el 30%. Todas estas áreas se encuentran muy por encima de la media de temporalidad que marca el sector privado y que ronda el 25% según la Encuesta de Población Activa.

Esta elevada temporalidad convive con un crecimiento paulatino del número de personas que trabajan en la Administración Pública, si bien su peso respecto al total queda algo por debajo de buena parte de los países europeos. En total, entre 2017 y 2019 Navarra ha incorporado a su plantilla a 1.901 personas, hasta quedarse en 29.946, una cifra que este año crecerá de manera relevante. Un incremento del 6,77% en dos ejercicios que registraron fuertes incrementos en la recaudación tributaria lo que, acompañado de una gestión bastante contenida en el gasto, permitió devolver el equilibrio a las cuentas públicas.

La temporalidad es solo una de las aristas de una situación bastante más compleja y que se fue enredando especialmente a partir del año 2010, cuando los recortes en el gasto público se impusieron como la vía para controlar la crisis económica y de deuda originada dos años antes. Estas medidas han supuesto, entre otros aspectos, que no se cubran las plazas vacantes de la plantilla orgánica, que no dejan de crecer.

Según explica en su informe la Cámara de Comptos, las plazas en la plantilla orgánica a 31 de diciembre de 2019 ascendían a 23.682, cifra superior a la de 2018 en 333 plazas. De ellas, 7.444 se encuentra vacantes, lo que supone el 31% del total y 366 más que el año anterior. "De las vacantes, el 64% están ocupadas temporalmente", señala Comptos en su informe, que alerta de "una cierta descapitalización del factor humano dentro de la administración".

"Se están aprobando OPE (Ofertas Públicas de Empleo) para atender estas necesidades, aunque, en general, la convocatoria de estas plazas lleva cierto retraso", añade Comptos antes de advertir acerca del progresivo envejecimiento de la plantilla, que deberá afrontar una profunda renovación durante la próxima. Hoy, tres de cada diez trabajadores públicos fijos superan ya los 55 años y más de la mitad ha rebasado ya la cincuentena. "El personal de edad superior a 50 años pasa del 46% en 2015 al 51 por ciento en 2019; asimismo, las personas con edad superior a 60 años han pasado de suponer el seis por ciento en 2015 al ocho por ciento en 2019. Por otro lado, el personal con edad menor o igual a 40 años era del 19 por ciento en 2015 frente al 15 por ciento en 2019", señala la Cámara de Comptos.

Desde 2019. Según los datos que muestra la Cámara de Comptos en su informe sobre las cuentas de 2019, Navarra disparó en 2019, año de la llegada a la presidencia de María Chivite, el gasto en altos cargos. Alcanzó a finales de año 3,77 millones de euros, lo que supone un incremento del 21% respecto al año anterior y que, además se cimentó principalmente en la segunda mitad del año, ya con el nuevo Gobierno formado. En total, el gasto de persona ascendió a 1.406,20 millones de euros, un incremento del 12% que se debe en buena medida al pago del grado al personal temporal con contrato administrativo. Este incremento en los altos cargos en Navarra se había producido también en la administración central cuando llegó a poder en Madrid Pedro Sánchez. Según publicaba Newtral, el Gobierno de coalición entre PSOE y Podemos aumentó nada menos que un 36% el número de altos cargos respecto al último Gobierno de Mariano Rajoy.