En épocas de mayor gasto, como es el caso de Navidad, es habitual que se utilicen tarjetas de crédito para pagar las compras en cuotas mensuales. ¿Merece la pena? HelpMyCash.com recomienda tener en cuenta ciertos criterios antes de decidirlo.

En primer lugar, es importante tener en cuenta que la operación tendrá un coste adicional, ya que se tendrán que pagar intereses. De acuerdo con el último informe publicado por el Banco de España, el coste medio de financiar una compra con una tarjeta de crédito es del 18,34%. Por esta razón, el comprador financiero ha elaborado una lista de consejos fáciles de aplicar para utilizar las tarjetas de manera responsable.

Elaborar un presupuesto. Hacer una pequeña lista de la cantidad de dinero que queremos dedicar a cada partida (regalos, transporte, comidas€) y qué gastos queremos financiar nos ayudará a no gastar sin control. "No olvidemos que la finalidad principal de las tarjetas es pagar más adelante compras puntuales, no utilizarlas como una forma de financiación habitual, por lo que elegir qué compras pagar con nuestro dinero y cuáles en cuotas es el comienzo para financiarnos de manera responsable", sostienen desde HelpMyCash.com.

Elegir cómo queremos pagar. Las tarjetas tienen una gran cantidad de fórmulas de pago aplazado entre las que elegir (fijo, porcentual, por plazos€). Esta modalidad la podremos cambiar fácilmente desde la banca online o llamando a nuestro banco. "Para elegir bien la cuota es aconsejable tener en cuenta que debe ser una mensualidad que sea lo suficientemente baja como para no desequilibrar nuestra economía, pero lo suficientemente alta para que no se alargue demasiado en el tiempo y no genere una cantidad excesiva de intereses", explican.

HelpMyCash.com aconseja no extender el plazo más de 12 meses. Por ejemplo, una compra de 300 euros con el interés medio de las tarjetas (18,34%), generaría 9,2 euros en intereses si la financiación fuese a tres meses. En cambio, generaría 30,6 euros en intereses a 12 meses.

Calcular cuánto pagaremos en total. Uno de los puntos más importantes para saber si vale la pena financiar una compra o no es conocer cuánto pagaremos en total por pagarla a plazos. Así, si decidimos financiar una compra de 300 euros, pero pagaremos 100 euros en intereses, puede no interesarnos. En cambio, si por una compra de 300 euros se generan 30 euros en intereses, la operación podría ser asumible.