- Ningún escenario se repite, pero todo indica que 2021 reproducirá algunos de los rasgos que el mercado de la vivienda ya parecía haber olvidado. La pandemia ha trastocado una tendencia que parecía asentada ya desde 2016, con incrementos leves pero sostenidos en la demanda y aumentos continuos en los precios, que se encuentran en cualquier caso lejos de los máximos alcanzados durante la burbuja inmobiliaria.

"El precio de la vivienda se contraerá en todas las comunidades autónomas, siendo más intensa la caída allí donde el mercado de extranjeros y de segundas residencias tiene más relevancia", explica Félix Lores, economista principal de BBVA, quien en su informe sobre el mercado inmobiliario sitúa en torno al 4% el descenso medio del precio de la vivienda en Navarra en 2020 y estima una reducción claramente inferior ya en 2021. Para todo el país, de hecho, considera que el mercado podría reactivarse en la segunda mitad del año, de la mano del progresivo regreso a la normalidad y la recuperación económica.

Tinsa, la sociedad de tasación, advertía también hace unos días del impacto de la epidemia y del deterioro del mercado de trabajo en los precios. En el cuarto trimestre del año, la caída en el precio medio alcanzaba el 8,8% en Navarra, el mayor descenso desde mediados de 2015, hasta los 1.121 euros el metro cuadrado por término medio. En el cuarto trimestre de 2006, cuando los precios alcanzaron sus máximos, el precio medio del metro cuadrado superaba en Navarra los 2.000 euros.

"No vamos a ver un escenario de caídas de precios como el de la anterior crisis", explican desde CaixaBank, que monitoriza también las operaciones de compraventa de vivienda y coincide en su opinión con Laboral Kutxa, que destacaba asimismo que el mercado hipotecario había mantenido cierta fortaleza desde el verano, una vez que se aliviaron las restricciones.

Los datos que recoge el Instituto de Estadística de Navarra muestran en cualquier caso que el volumen total de hipotecas cae un 17% en los diez primeros meses del año, con un primer trimestre de fuertes incrementos -los datos se recogen con cierto retraso-, un hundimiento durante la primavera, con caídas de hasta el 65% y unos últimos meses que contabilizan también menos operaciones que el año pasado. En septiembre y octubre, por ejemplo, el descenso rondó el 20% respecto a 2019.

El total, la banca ha prestado en Navarra unos 375 millones de euros para la adquisición de viviendas, un 13% menos que el año pasado, con lo que la cantidad media que se solicita para hacer frente a la adquisición de una vivienda crece un 5,2% respecto al año pasado.

Los analistas coinciden asimismo en que la caída de precios será más apreciable en la vivienda usada que en la nueva, tal y como anticipa también el comportamiento de la venta de unas y otras. En el caso de la vivienda nueva, el mercado muestra una caída cercana al 15% en los últimos meses, con un descenso notable, eso sí, en los visados concedidos para obra nueva, que caen desde los 2.400 de los diez primeros meses del año pasado hasta los poco más de 1.200 del año pasado. Un indicador, que, sin ser definitivo, sí apuntaría a una ralentización del sector promotor y constructor, que viene reclamando de manera insistente al Gobierno de Navarra que habilite suelo nuevo.

En el caso de la vivienda usada, los datos apuntan a una caída superior tanto en el número de operaciones, si bien en otoño las ventas parecían recuperarse con fuerza: octubre calcó los datos de 2019 y comenzaba a detectarse la salida al mercado de las viviendas de algunas de las personas ancianas fallecidas por covid.