Más de la mitad de los 272 municipios de Navarra ha seguido perdiendo población este siglo. Un periodo de crecimiento demográfico relativamente intenso, pero que solo ha servido para reforzar más la capacidad de atracción de Pamplona y su comarca, convertida en un área metropolitana todavía bastante dispersa, pero que va llenando huecos y que supera los 373.000 habitantes, 83.000 más que hace dos décadas.

Mientras tanto, amplias zonas de la Comunidad Foral han visto cómo se agravaba un éxodo ya muy antiguo, que arrancó en los años 50 del siglo XX y que se ha intensificado en la última década, demostrando el fracaso de las políticas aplicadas hasta ahora.

55 LOCALIDADES HAN PERDIDO UNA CUARTA PARTE DE SU POBLACIÓN

55 LOCALIDADES HAN PERDIDO UNA CUARTA PARTE DE SU POBLACIÓN

En 20 años, 55 localidades han perdido, al menos, una cuarta parte de su población y más de un centenar de municipios han visto diezmado (un 10% de pérdida) su número de habitantes. El Pirineo, la Baja Montaña y amplias zonas de Tierra Estella son los territorios que en mayor medida están sufriendo este problema.

La organización agraria UAGN, el sindicato EHNE y la asociación de cooperativas UCAN reivindican el relevante papel de las personas agricultoras y ganaderas para asegurar el futuro del mundo rural. Y es que la estadística de Desarrollo Rural detalla que entre 2010 y 2020 en Navarra, los agricultores a título principal (ATP), aquellos cuyos ingresos principales dependen de este sector, han bajado de 3.557 a 2.399, un descenso del 32,5%.

NAVARRA CRECE EN POBLACIÓN, PERO EN NÚCLEOS URBANOS

NAVARRA CRECE EN POBLACIÓN, PERO EN NÚCLEOS URBANOS

En las dos últimas décadas Navarra ha pasado de 555.829 a 661.197 habitantes. Un aumento que duplica el de los 20 años precedentes y que se asentó a comienzos de siglo con la llegada de decenas de miles de personas de otros países. Entre 2000 y 2010 la Comunidad creció en más de 82.000 personas y solo en unas 24.000 en la década siguiente. Pero el aumento ha resultado muy desigual por periodos y por zonas.

Pamplona y su comarca concentran un 86% del incremento total de la población este siglo, y su capacidad de influencia se reforzó con la crisis de 2008-2012. Desde entonces, el 100% del crecimiento poblacional de Navarra se concentra en la capital y municipios cercanos. Solo el área de Tudela, con 1.245 habitantes más, conserva un cierto crecimiento. Con la robotización limitando la creación de empleo en la industria alimentaria y en el agro, los nuevos empleos se ubican, sobre todo, en los servicios.

Por el contrario, los municipios más pequeños, aquellos que se vaciaron a mediados del siglo XX, presentan las caídas más importantes de los últimos 20 años. Se concentran en el Pirineo, en la Baja Montaña y en Tierra Estella, aunque también sufre el norte de Navarra, por Irún, Hondarribia, Hendaia y San Sebastián. Como ejemplo, Barbarin, Güesa, Aribe, Azuelo y Názar se han dejado en 20 años la mitad de su población.

LA IMPORTANCIA DEL RELEVO GENERACIONAL

LA IMPORTANCIA DEL RELEVO GENERACIONAL

El presidente de UAGN, Félix Bariáin, reside en Eslava, que en 25 años ha pasado de unos 200 habitantes a 105; y el presidente de EHNE, Imanol Ibero, habita en Aibar, localidad que en estas dos últimas décadas ha descendido de 950 a 800 personas empadronadas. José Mª Martínez, presidente de UCAN, vive en Tudela, ciudad que aunque no presenta este problema, sí el de la falta de relevo en la agricultura y ganadería.

UAGN y EHNE insisten en la importancia del relevo generacional y de las nuevas incorporaciones para mantener vivo el mundo rural y garantizar el primer eslabón de la cadena alimentaria. Muchos de estos profesionales forman parte de una cooperativa -sociedad constituida por varios miembros dedicados a elaborar, vender y comprar productos de la manera más ventajosa-, un modelo que pone en valor Martínez.

UCAN suma 126 cooperativas presentes en el 84% de los municipios, con 2.049 personas empleadas de forma directa, y más de 19.000 socios agricultores y ganaderos. Su facturación asciende a 1.206 millones -con un peso importante del Grupo AN-.

EL ENVEJECIMIENTO, UNA CARACTERÍSTICA

EL ENVEJECIMIENTO, UNA CARACTERÍSTICA

Por otro lado, las pirámides poblacionales sitúan a las localidades más pequeñas como las más envejecidas, una amenaza real para su desaparición. Abaurrea Baja, Azuelo, Barbarin, Castillonuevo y Roncesvalles no tienen niños empadronados.

Para revertir este escenario Bariáin urge una ley contra el despoblamiento; Ibero exige acciones concretas para las realidades diferentes de cada pueblo; y Martínez pide a la Administración mantener servicios públicos en la zona rural. Si esta situación no se corrige, “habrá pueblos fantasma en unos años, lo más triste y duro para una sociedad”, concluye Bariáin.