La elevada incertidumbre y la negativa evolución de la Bolsa española el pasado ejercicio junto con el nulo rendimiento de los depósitos bancarios por las bajos tipos de interés acrecientan las dudas de los inversores en 2021 pero el responsable de banca privada del BBVA, Enrique Marazuela, sí tiene algunas ideas claras de donde colocar el dinero este año y en qué perfil de empresas. "Hay que invertir en renta variable, en mercados emergentes, en Asia, preferentemente, y, en compañías afectadas por las restricciones del covid el pasado ejercicio. Y mejor en Europa que en Estados Unidos".

"En 2021 esperamos nuevas subidas de acciones pero vendrán sobre todo de las compañías que quedaron atrás en 2020 porque les perjudicaban las normas de distanciamiento social", indica Marazuela. Interrogado sobre si serían compañías como las ligadas a la hostelería, el transporte y el turismo, reconoce que sí aunque no todas las empresas son iguales ni tienen el mismo potencial de revalorización.

Para Enrique Marazuela, "este comportamiento de las bolsas ya lo vimos en noviembre de 2020 y pensamos que será el patrón válido en 2021. Esto no significa que las grandes beneficiadas en 2020 vayan a salir mal paradas, ni mucho menos, y la razón es que las grandes megatendencias que las impulsaron siguen vigentes y lo estarán durante muchos años". Estas grandes tendencias viene marcadas por las energías renovables, las tecnológicas y las ligadas a la sostenibilidad, que son los sectores cuyas empresas mejor comportamiento han tenido el último año en Bolsa. En todo caso, para el máximo responsable de banca privada del BBVA el que quiera invertir en 2021 lo tendría que hacer en renta variable, en acciones, "preferentemente en fondos porque la diversificación es importante", además de por razones fiscales, recuerda, Elisa Dorronsoro. "Pese al retroceso de días pasados, seguimos manteniendo nuestra visión optimista para los activos de riesgo en 2021, especialmente en las acciones, aunque los sectores que más subirán no serán los que mejor se comportaron en 2020, sino más bien los más castigados por el entorno creado por la pandemia, pero que mantienen intactas sus ventajas competitivas y están vinculados al consumo social".

Curiosamente, Marazuela no ve ahora un potencial a corto plazo de recuperación del sector bancario porque "los tipos van a seguir bajos". "Hay que tener en cuenta que las cifras de inflación seguirán contenidas, pese a la intensa iniciativa anterior de las autoridades tanto fiscales como monetarias, ya que la actividad estará por debajo del potencial de la misma. El buen comportamiento de la inflación permitirá que los bancos centrales sigan con tipos bajos por mucho tiempo. Es difícil ver una subida de tipos de interés en este contexto".

Para los responsables de inversión del BBVA pese a la realidad negativa a corto plazo derivada de la ola de infecciones, a medio plazo sí se ve un crecimiento aunque no sea rectilíneo, de la mano de la vacunación. "Las vacunas traerán la inmunización de grupo en 2021 y erradicarán la pandemia. La economía sigue bajo el influjo de los rebrotes del covid. Por ello seguimos manteniendo nuestra visión optimista para la renta variable, al igual que para otras clases de activos de riesgo, especialmente los bonos emergentes.".

Respecto a una hipotética apuesta conservadora por la renta fija pública dada la alta incertidumbre económica, Enrique Marazuela no es muy partidario. "Es verdad que los bonos deberían ser una buena alternativa para este contexto, pero las rentabilidades de la renta fija gubernamental europea se encuentran muy bajas, con gran parte de ellas en territorio negativo. Incluso en Alemania la deuda pública no ofrece ningún atractivo". Esta premisa no es válida para toda la renta fija pues en la privada sí ven más oportunidades aunque con riesgos.

"Nos parecen más atractivos los bonos corporativos, especialmente, dentro de los mal llamados bonos basura, los que gozan de las calificaciones crediticias más elevadas. Los denominados high yield . Sí advertimos de la alta volatilidad de los mismos, muy superior a la de los bonos de los gobiernos". Y también vemos una opción a considerar los bonos emergentes asiáticos. En definitiva, señalan en el BBVA, "y tal como nos dice el refrán, que los árboles no nos impidan ver el bosque, pues por nuestra parte no tenemos ninguna duda de que la situación sanitaria y económica irán de la mano, mejorando paulatinamente durante el año".