- La Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Banco de España alertan sobre los riesgos que conllevan las criptomonedas como inversión por "su extrema volatilidad, complejidad y falta de transparencia", y las califican de "apuesta de alto riesgo" para pequeños ahorradores.

Tras detectar un aumento "significativo" de la publicidad, a veces "agresiva", para atraer inversores en los últimos meses a criptodivisas como Bitcoin y Ether, los supervisores recuerdan que se trata de instrumentos "complejos, que pueden no ser adecuados para pequeños ahorradores".

En el comunicado conjunto señalan que el precio de las criptodivisas, sujeto a una elevada volatilidad, "conlleva un alto componente especulativo que puede suponer incluso la pérdida total de la inversión".

Este lunes el fabricante de vehículos Tesla anunció una inversión de 1.247 millones de euros en Bitcoin y señaló que la compañía empezará a aceptar "en el futuro cercano" el Bitcoin como forma de pago. Después, la criptodivisa volvió a registrar un cruce histórico frente al dólar pulverizando sus máximos de 48.000 dólares.

Desde el punto de vista legal, las criptomonedas aún no tienen la consideración de medio de pago, no cuentan con el respaldo de un banco central o autoridades públicas y no están cubiertas por mecanismos de protección al cliente.

Además, hay productos derivados vinculados a criptomonedas que permiten invertir indirectamente en estos, lo que incrementa su complejidad y la posibilidad de sufrir pérdidas superiores a lo invertido, por lo que requieren de un gran conocimiento.

Los supervisores señalan que los precios de las criptomonedas se forman en ausencia de mecanismos eficaces que impidan su manipulación, como los presentes en los mercados regulados de valores. En muchas ocasiones estos precios se forman sin información pública que los respalde.

En cuanto a la liquidez, CNMV y Banco de España advierten de que muchas de estas criptomonedas pueden verse carentes de la liquidez necesaria para poder deshacer una inversión sin sufrir pérdidas significativas, especialmente porque su circulación entre inversores es muy limitada.

Asimismo, destacan los posibles problemas derivados del carácter transfronterizo de los actores implicados en la emisión, custodia y comercialización de criptoactivos. "Algunos no se encuentran localizados en España o no es posible su localización, por lo que la resolución de conflictos podría resultar costosa y quedar fuera del ámbito de competencia de las autoridades españolas".

En cuanto a las posibilidades de robo, estafa o pérdida de los criptoactivos, los supervisores recuerdan que la tecnología de registros distribuidos utilizada para la emisión de las criptomonedas conlleva "riesgos específicos" en tanto que su custodia no está regulada ni supervisada.

Así, la pérdida o robo de las claves privadas puede suponer la pérdida de las criptomonedas, sin posibilidad de recuperarlas. "Este riesgo debe ser valorado antes de adquirirlas, tanto si se gestiona personalmente el monedero, como si se deja en manos de terceros", especifican.

En cuanto a su uso como medio de pago, señalan que pese a que existen desde hace más de una década, la aceptación de las criptomonedas como medio de pago es aún "muy limitada" y que no existe obligación de aceptar Bitcoin como medio de pago de deudas u otras obligaciones.

En el ámbito regulatorio recuerdan que no existe aún en la UE un marco que regule los criptoactivos como el Bitcoin, y que proporcione garantías y protección similares a las aplicables a los productos financieros.

Frente al dólar. La cotización del bitcoin frente al dólar estadounidense marcó ayer un nuevo máximo histórico, al continuar su ascenso sostenido después de que la firma automovilística Tesla anunciara el lunes que había decidido hacerse con 1.500 millones de dólares (1.239 millones de euros) de esta criptodivisa. El máximo intradía de la divisa digital se alcanzó hacia la media sesión, cuando cada bitcoin se negociaba a un cambio de 48.215,82 dólares, su máximo histórico. El mínimo ayer se situó en 44.316,2 dólares, lo que ya supone una cifra más elevada que la alcanzada el lunes tras conocerse la decisión de Tesla. La empresa fundada por Elon Musk decidió en enero modificar sus políticas para poder invertir efectivo en "activos de reserva alternativos", como activos digitales, lingotes de oro y fondos cotizados en oro.