Navarra recibió en 2020 casi 120 millones de euros en inversión extranjera. La cifra, que queda algo por debajo de la registrada en años anteriores, recoge tanto la apuesta de las empresas extranjeras por el tejido productivo de la Comunidad Foral como la compra de participaciones en distintas compañías.

Alemania, Reino Unido y Dinamarca figuraron como los principales inversores en la Comunidad Foral.

En total, la cifra se sitúa en el rango alto de la serie histórica de los últimos años, si se excluyen los más de 800 millones de euros del año 2016, cuando la estadística recogió íntegramente la compra de Acciona por parte de la alemana Nordex. Esta operación, a la que siguió el año siguiente la entrada de Siemens en Gamesa, ilustra perfectamente la toma de posiciones del capital alemán, el más pujante de Europa, en un sector estratégico como el de la energía.

De hecho, fue Alemania el país que más apostó en 2020 por el sector energético de la Comunidad Foral, con una inversión de 31,5 millones en suministro de energía. Al sector de la energía llegaron también, aunque procedentes de los Países Bajos, 2,6 millones. Junto a ello, aunque con apenas 1,3 millones de euros, empresas alemanas apostaron por la fabricación de productos metálicos, lo que arroja unos 32,8 millones de euros. Tras Alemania se situó Reino Unido, con más de 22,8 millones invertidos en industria manufacturera y Dinamarca, con una inyección de 22 millones de euros en actividades editoriales.

Como habitualmente, Europa concentra la mayor parte de la inversión que se recibe en Navarra. Desde el continente, o desde un Reino Unido que se resiste a perder influencia en los circuitos del capital internacional. Pese al Brexit, mantendrá un buen número de sedes de empresas.

La primera economía del mundo, Estados Unidos, también invirtió en 2020 en Navarra, con 13 millones de euros en empresa de comercio al por mayor, mientras que actores hasta cierto punto emergentes, como Polonia, irrumpieron con 11 millones de euros en el sector de la venta y reparación de vehículos de motor.

La estadística también parece recoger los efectos de una operación conocida en 2019, la compra por parte de Chagyu Pioneer Wine, el gigante chino del vino, del 75% de la bodega Marqués de Atrio por un importe de 26.2 millones de euros. En 2020 se hizo efectiva según la estadística una inversión de cinco millones de euros.

Navarra, que supone apenas el 1,6% de la economía española, figura en cambio como la octava comunidad que más inversión recibió en 2020, por delante de economías bastante más grandes, como Aragón y Galicia, por ejemplo.

En total, España recibió 23.824 millones de inversión extranjera en 2020, de los cuales Madrid absorbió casi las tres cuartas partes. La región capitalina se beneficia así de lo que se denomina efecto sede, el hecho de que las empresas se domicilian allí donde se encuentra la capital, una garantía de acceso a los círculos de poder.

Esto ha sucedido de forma histórica, pero la tendencia se ha agudizado en los últimos años. Si a comienzos de siglo Madrid recibía en torno al 55% o 60% de la inversión total, en la actualidad el porcentaje ha crecido hasta el rozar el 75%.

Catalunya, con apenas 3.000 millones de euros y el País Vasco, con 858 millones, figuran como las siguientes comunidades que mayor inversión recibieron en 2020, por delante de Andalucía, la cuarta comunidad en este ranking.

En el conjunto del país, dos grandes adquisiciones han marcado los flujos de dinero registrados. Por un lado, la adquisición de Bolsas y Mercados Españoles (BME) por la suiza SIX. Junto a ello, la compra de MásMóvil, que se disponer ahora a hacer con Euskaltel por un grupo de fondos de inversión que aportaron más de 3.000 millones de euros.