El comité de empresa de la Casa de Misericordia de Pamplona ha convocado una jornada de huelga para el próximo 21 de abril para protestar por la "actitud prepotente y ofensiva" de la dirección ante la negociación del nuevo convenio colectivo.

El comité, formado por ELA, LAB, CCOO, UGT y USO, ha rechazado unánimemente "tanto las formas como el fondo de la propuesta de la dirección". Los sindicatos han asegurado que tienen intención de "seguir negociando hasta lograr un convenio que reconozca y mejore las condiciones laborales de todas y todos los trabajadores". "Ha sido un año muy duro, en el que se ha demostrado la profesionalidad de esta plantilla y la empresa debe reconocer este esfuerzo a través de la firma de un convenio justo y necesario", han sostenido.

La representación sindical ha señalado que el convenio de la residencia caducó en diciembre del año 2020 y desde ese momento "el comité de empresa en su conjunto ha trabajado para elaborar una plataforma unitaria que recoge las principales demandas de los trabajadores". "Todos los sindicatos hemos realizado un gran esfuerzo para unificar esta plataforma de negociación colectiva", ha apuntado.

Según ha explicado el comité, la negociación del convenio comenzó en marzo y se han celebrado dos reuniones. "Nos vemos en la obligación de iniciar movilizaciones debido a la actitud de la dirección y a la imposición de su propuesta. La dirección nos impone dos vías, una sin opción a negociar, congelar todo el convenio durante dos años, sin garantía de mejora, y la segunda, eliminar derechos básicos como son la antigüedad y la distribución del calendario, ambos logros conseguidos hace muchos años en la casa misericordia de Pamplona", ha dicho.

Los sindicatos, refiriéndose a la pandemia de Covid-19, han señalado que "esta residencia, como el resto del sector, ha sido especialmente afectada y por desgracia hemos tenido un numero importante de infectados tanto de usuarios como de trabajadoras, y hemos sufrido también fallecimientos entre la población usuaria". "Lamentablemente las trabajadoras de la Casa Misericordia, en especial el colectivo de atención directa, ha sufrido en sus propias carnes esta pandemia y ha puesto en riesgo su salud y la de su familia. Riesgos tanto físicos, como psíquicos y económicos, y todos ellos se mantienen en menor medida en la actualidad", han afirmado.

Según han continuado señalando, "este trabajo ha sido y es durísimo tanto en lo físico como en lo emocional, pero gracias a la profesionalidad de las trabajadoras de este centro, los usuarios no han notado ni padecido ninguna merma en la atención". "Ha quedado demostrado ampliamente el compromiso y la actitud de estas trabajadoras", han afirmado.