El Gobierno de Navarra mantiene una “apuesta clara” por las energías renovables, apoyado en la normativa actual que así lo determina y que “obliga” a compatibilizar ese desarrollo “con el respeto por el medio ambiente”.

“Es una normativa muy exigente que nos obliga a compaginar” ambos aspectos, subrayó ayer en el Parlamento el consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Mikel Irujo. Explicó que hay 45 procedimientos de solicitud de autorización para la instalación de nuevos parques eólicos y fotovoltaicos, que son “abiertos y participativos, de forma que los colectivos y ayuntamientos afectados pueden participar y participan”, y que “van a llegar más”.

Irujo pronunció estas palabras en respuesta a una interpelación de EH Bildu en el pleno que planteaba dudas sobre la incidencia que este desarrollo de parques pueda tener en el medio ambiente y en la autonomía de entidades locales.

Al respecto, el consejero recordó que Navarra está obligada por la normativa europea a cumplir objetivos como que para “el 2030 el 50% de la energía consumida tenga origen en las renovables, lo que contrasta con la realidad actual, ya que hoy el 80% del consumo total energético en Navarra procede de combustibles fósiles”.

El consejero aludió a la diferente legislación europea, estatal y navarra, comunidad donde además “el impacto económico de las renovables es enorme”, con un sector que genera 7.000 empleos directos, “la mayor parte de ellos de alta cualificación”.

Cada parque genera 17 empleos, además de 5 empleos por cada megavatio instalado, y cada megavatio atrae 5.000 euros de inversión, explicó Irujo antes de añadir que, ante el “aumento casi sin precedentes de las solicitudes de parques eólicos y fotovoltaicos”, se reforzarán los equipos internos que agilicen los trámites.

Por EH Bildu, Laura Aznal señaló que “se trata de un sector estratégico sin lugar a dudas y que debe ser liderado por lo público, pero no a cualquier precio”, y se remitió al “debate que está en la calle, el de que nuestra biodiversidad (los montes, los bosques, la fauna...) se ven claramente amenazados”. Por ello preguntó “cómo vamos a dar cumplimiento a estos objetivos respetando estas cuestiones y la autonomía municipal”, y pidió una “pausa” antes de dar el visto bueno a los proyectos en curso para realizar un “análisis sosegado y exhaustivo”.

Opinión que en absoluto comparte Elena Llorente (Navarra Suma), quien considera que el Gobierno “no tiene criterios claros para promover este tipo de infraestructuras”, para las que su grupo aboga por “un marco jurídico que sea preciso”. Además, recalcó que son más eficientes los grandes aerogeneradores que los pequeños y criticó a EH Bildu, “al que le molesta la innovación”.

Javier Lecumberri (PSN) abogó por el uso de fuentes limpias como son las eólicas y las fotovoltaicas, y por la promoción del autoconsumo, para lo cual es “imprescindible cambiar el modelo de generación de energía con seguridad jurídica y medioambiental”.

También María Solana (Geroa Bai) destacó que el Gobierno foral “está en la senda correcta y hay que continuar por ella”.

Ainhoa Aznárez (Podemos) planteó tener en cuenta a la hora de autorizar instalaciones la cercanía a los puntos de consumo, limitar las “megainfraestructuras” y frenar las iniciativas especulativas. Y Marisa de Simón (I-E) compartió que “no se debe actuar a cualquier precio” y expresó su rechazo a las “macroplantas”.

“En 2030 el 80% de la energía deberá ser renovable y hoy el 80% es de combustibles fósiles”

Consejero de Desarrollo Económico

“Consideramos que se trata de un sector estratégico, pero no a cualquier precio”

Parlamentaria de EH Bildu