España anotó el déficit público más elevado de toda la Unión Europea (UE) durante 2020, un año marcado por la pandemia del coronavirus, al situarlo en el 11% de su producto interior bruto, mientras que la deuda llegó al 120% del PIB, el cuarto mayor porcentaje del club comunitario. Los datos se publicaron ayer por la oficina de estadística comunitaria, Eurostat.

La oficina precisó que en 2020 el déficit y deuda públicas de la eurozona y los Veintisiete crecieron “de manera significativa” frente a 2019 debido a las medidas adoptadas para responder a la covid-19.

En los diecinueve países que comparten la moneda única, el déficit público pasó del 0,6% en 2019 al 7,2% el año pasado, en tanto que en la UE avanzó desde el 0,5% hasta el 6,9%.

Por lo que a la deuda pública se refiere, pasó en el área del euro del 83,9% a finales de 2019 al 98% al concluir el ejercicio pasado, mientras que en los Veintisiete progresó desde el 77,5% hasta el 90,7%.

En el caso de España, el Gobierno ya anunció el 29 de marzo que el déficit del conjunto de las administraciones públicas se situó en 2020 en 113.172 millones de euros, el 10,09% del PIB, con lo que multiplica casi por cuatro el dato de 2019 (2,86% del PIB) y alcanza el nivel más alto desde 2009 (11,06% del PIB).

El impacto de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) eleva el cómputo del déficit público, una vez incluidas las ayudas financieras, al 10,97% del PIB.

Según los datos publicados por el Banco de España el 31 de marzo, los gastos derivados de la pandemia de la covid-19 y la incorporación de la Sareb al cómputo del sector público dispararon la deuda de las administraciones públicas a un récord de 1,35 billones de euros al cierre de 2020, un 120% del PIB.

La deuda pública española se incrementó en 156.750 millones de euros con respecto a 2019, un 13,2%, lo que elevó la cifra total a 1.345.570 millones, la más alta de la serie histórica que arranca en 1995.

En 2020, el gasto de los gobiernos de la eurozona fue equivalente al 54,1% del PIB y los ingresos, al 46,8%. Los datos de la UE fueron del 53,4% y del 46,5% respectivamente.

Eurostat señaló que en ambas zonas el ratio del gasto del Gobierno creció “de manera significativa”, en tanto que el porcentaje de ingresos aumentó “solo ligeramente”.

Los datos que la oficina de estadística comunitaria publicó ayer se basan en los proporcionados por los propios Estados miembros.

El Gobierno no se vio obligado a revisar sus previsiones de crecimiento de cara a este año debido a un arranque de ejercicio menos pujante de lo esperado y al retraso que se vislumbra en los procesos para ejecutar los fondos europeos. Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno español, Nadia Calviño, anunció el 9 de abril que ahora el Ejecutivo estima un alza del PIB del 6,5% para 2021, frente al 7,2% pronosticado anteriormente, que se elevaría hasta el 9,8% por el impacto de las ayudas de la UE. La ministra añadió que para el próximo año el alza será del 7%, e insistió en que el crecimiento se retrasa, pero no se pierde.

Lo que la Moncloa aún no modificó son las previsiones de déficit y deuda. Estas apuntaron a que el desajuste entre gastos e ingresos baje este año hasta los 95.699 millones frente a los más de 123.000 millones del año pasado, equivalentes al 7,7% del PIB. De cara a la deuda, el Gobierno estima que también habrá un descenso, entre otras cosas porque no se repetirá el impacto de la Sareb. Prevé que cierre 2021 en el 117,1% del PIB.

Desembolsos destinados a medidas anticíclicas. Realizados para apuntalar los servicios básicos y poder ofrecer un colchón económico a empresas y trabajadores. Todo esto se ve afectado por el ‘banco malo’ la Sareb.

Las causas del aumento del déficit. Según el Banco de España, los gastos derivados de la pandemia y incorporación de la Sareb al cómputo del sector público fueron las razones por las que la deuda se disparó. Por su parte, Moncloa no modificó sus previsiones de déficit y deuda.