Caja Rural de Navarra incrementó levemente sus márgenes y su beneficio en el primer trimestre del año. La entidad financiera, la única con domicilio fiscal en la comunidad, logró un resultado neto de 17,77 millones de euros entre enero y marzo, un 6,7% más que en el año anterior.

Los datos registrados ante la patronal del sector muestran que la entidad dirigida por Ignacio Arrieta ha logrado incrementar levemente los márgenes, hasta situar el de intereses en 36,7 millones de euros frente a los 35,5 millones del año pasado. También el margen bruto pasa de 50,1 a 50,8 millones de euros.

Este crecimiento se sustenta en los mayores ingresos por intereses, que pasan de 39,2 a 40,8 millones de euros y que compensan el leve incremento de los gastos por intereses, que se siguen en mínimos y pasan de 3,6 millones de euros a 4,02 millones.

La entidad pagó en este trimestre 3,05 millones de euros en concepto de impuestos.

En 2020, Caja Rural logró un beneficio de 81,4 millones de euros, ligeramente por debajo de 2019.