Caja Rural de Navarra cerró 2020 con un beneficio de 81,4 millones, un 4,4% menos que el ejercicio anterior. La cooperativa ha valorado de manera positiva este resultado enmarcado en un año de pandemia, en el que su modelo de entidad cercana, "con gran proximidad y conocimiento de mercado ha favorecido afrontar las dificultades de los últimos meses", ha detallado en una nota.

Caja Rural mantiene su política de prudencia y en este contexto de crisis económica provocada por el coronavirus ha hecho dotaciones por un importe de 31 millones. Además, como novedad, ha constituido un fondo de 52,5 millones para provisionar futuras contingencias derivadas de la covid-19.

Caja Rural, inmersa en su plan estratégico para el periodo 2020-2022, prevé para este año mantener un nivel de resultados similar al de los dos ejercicios precedentes, que de acuerdo al actual escenario económico y financiero, será "satisfactorio", ha remarcado.

La cooperativa ha obtenido este beneficio de 81,4 millones en un contexto general marcado por unos tipos de interés negativos a corto plazo; una economía en crisis; y un sector bancario que ha reducido de manera drástica sus beneficios y está cerrando oficinas. Sin embargo, esta entidad sigue apostando por el "mantenimiento del empleo y de la red de oficinas -actualmente suma 948 personas en plantilla y 254 sucursales-", además de consolidar el negocio digital.POTENCIAR LA SOLVENCIA

POTENCIAR LA SOLVENCIA

Al igual que ocurriera el año pasado, Caja Rural de Navarra ha decidido destinar casi el 98% del beneficio a reservas -un total de 79,7 millones-, un aspecto que "refuerza la solidez y la capacidad de crecimiento".

De esta forma los fondos propios alcanzan ya los 1.261 millones de euros, un 7,1% más que en 2019, con lo que la entidad logra mejorar su solvencia hasta el 18,3%, 1,5% más. "Un año más registramos uno de los porcentajes más elevados del sector financiero en España", ha detallado.

En esta ocasión, ha logrado mejorar el margen de intereses un 2,4%, hasta los 149 millones de euros; pero no así el margen bruto que cae un 3,5%, hasta los 214,3 millones.VOLUMEN DE NEGOCIO

VOLUMEN DE NEGOCIO

En este contexto de pandemia, el volumen de negocio de Caja Rural ha experimentado un crecimiento notable del 16,8%, lo que le ha hecho ganar cuota de mercado en todas las provincias en las que opera. Ya gestiona 10.211 millones en depósitos de clientes del sector privado. Concretamente en Navarra, la cuota llega al 29,8%, un 0,5% más que en 2019.

Si Caja Rural ha crecido casi un 17% en depósitos, la media del sector financiero en los lugares en los que está presente ha sido del 6,6%.

El crédito total en vigor concedido a clientes asciende a 8.698 millones, sin incluir los saldos con otras sociedades financieras, un 7,7% más que el año anterior. Esta evolución es también significativamente más elevada que la del mercado, el cual, según los datos disponibles, ha crecido un 1,7%.

De esta forma, la entidad sigue manteniendo el equilibrio "en la ratio de créditos concedidos a clientes sobre los depósitos captados, situándolo en el 90,7% al cierre del ejercicio, lo que da muestra, una vez más, de la gran estabilidad del negocio recurrente de la entidad", ha explicado.LA MOROSIDAD EN EL 2,1%

LA MOROSIDAD EN EL 2,1%

Por su parte, el índice de morosidad se ha situado en el 2,1%, similar al del año pasado, y sensiblemente inferior al 4,6% de la media del conjunto del sistema financiero español. "Una tasa muy reducida que, en la actual situación de incertidumbre, la entidad valora muy positivamente", ha especificado.

Por último, Caja Rural de Navarra captó 29.537 nuevos clientes el año pasado, de los que 3.847 fueron personas jurídicas.