Un bocado de queso de Roncal, un plato de cardo de la huerta ribera, una ración de cordero al chilindrón, el dulce de las cerezas de Etxauri€ son sabores que forman parte de nuestras tradiciones y que esconden detrás historias y recuerdos íntimos y personales.

Los productos locales forman parte de nuestra gastronomía, son la identidad de un pueblo y contribuyen, sin duda, a apoyar la sostenibilidad. Además, si estos alimentos de proximidad son de especies y variedades locales y de temporada, favorecen a su vez la protección de la biodiversidad de nuestro entorno.

El apoyo al producto local y el respeto por el entorno siempre han estado presentes en el eje estratégico de Eroski y así lo han trasladado a sus socios/clientes, a través de diferentes campañas, "intentando concienciar sobre el impacto que tiene nuestra cesta de la compra en el futuro de nuestra tierra", señalan desde la cooperativa.

"Lo hemos hecho de diferentes formas, desde la emocionalidad y también desde la racionalidad, aportando datos concretos y tangibles que demuestren nuestra contribución y nuestro apoyo al producto local y a la cultura de las zonas en las que operamos", añaden.

En Navarra, por ejemplo, Eroski pone a disposición de sus socios/clientes 1.687 productos de origen navarro de mano de 160 proveedores locales. Su actividad, de forma directa o indirecta, contribuye a mantener 5.728 empleos, además de reinvertir en acciones de formación e información al consumidor, solidaridad, medioambiente, sostenibilidad, apoyo a familias numerosas y patrocinios culturales con 1.093.942 € en la comunidad.

Como parte de ese compromiso y de la relevancia que tiene comprar y consumir productos locales para el bienestar de las familias y para el futuro de las comunidades, Eroski ha lanzado este mes una campaña muy emotiva en la que se cuentan las experiencias y viviencias con el producto local de personas como Jon, Marisa, Martí, Marta, Rebeca, entre otros. Con esta iniciativa se pretende poner en valor las tradiciones y el entorno que nos rodea, espacio donde crece, se elabora o se pesca los alimentos que consumimos. "Porque el respeto por el entorno en el que nos integramos siempre ha sido de vital importancia - indican - y forma parte de nuestra propia esencia y ADN como cooperativa que somos".