- Las patronales del automóvil han planteado que la próxima reforma fiscal que emprenda el Gobierno de coalición exima de impuestos a los vehículos de cero emisiones, con el objetivo de favorecer la renovación del parque en favor de aquellos menos contaminantes. Así consta en el documento trasladado por las organizaciones Anfac, Faconauto, Ganvam y Sernauto al grupo de expertos a los que el Ministerio de Hacienda ha encomendado el estudio de los posibles cambios de cara a esta reforma.

Concretamente, proponen eximir a los usuarios de estos vehículos del nuevo impuesto medioambiental que vendría a sustituir al actual Impuesto de matriculación, del Impuesto de Circulación y también del IVA, que proponen dejar exento o reducido al menos para estos vehículos.

En primer lugar, plantean la necesidad de sustituir el actual impuesto de matriculación -Impuesto Especial de Determinados Medios de Transporte (IEDMT)- por un nuevo impuesto medioambiental, basado en las emisiones de CO2 y la antigüedad de los turismos, cuya base imponible anual serían los g/km de CO2 que emite cada vehículo multiplicado por el tipo.

La propuesta de las patronales para que esta base sea cero para los vehículos de cero emisiones, pudiéndose graduar por antigüedad, es que se aplique anualmente a todos los vehículos sujetos al de matriculación, y plantea la posibilidad de incluir bonificaciones, en función de la renta o para zonas de baja densidad.

Para el Impuesto de Circulación (VTM), cuyas bonificaciones se permiten hasta el 75%, plantean llevarlas al 100% para vehículos electrificados de Etiqueta Cero, y bonificaciones menores a híbridos no enchufables.

En el caso del IVA, plantean su eliminación o aplicación de un tipo reducido para la compra de vehículos según sus características medioambientales. En todo caso, reconocen que se trata de una medida que no será posible aplicar hasta que no sea recogida en la correspondiente directiva europea, cuyo cambio insta a respaldar durante su tramitación.

Otras rebajas fiscales propuestas pasan por eximir del IRPF las subvenciones a la movilidad sostenible, como las concedidas en el Plan Renove o Moves; recuperar la deducción del 10% en el Impuesto sobre Sociedades para inversiones en la adquisición de vehículos de menos emisiones, eliminada en 2011; o deducciones en el IRPF a la compra de vehículos, que ya aplican comunidades como Navarra y Castilla y León. También sugieren un tipo impositivo reducido a la electricidad que suministren estaciones de recarga.

Otras de las propuestas de las patronales van dirigidas a facilitar la renovación del parque automovilístico. Llaman a homogeneizar al máximo la fiscalidad en el Impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP), sujeto a normativa autonómica, con una imposición específica que distinga la antigüedad del mismo y se vincule a su nivel de emisiones.